Lo de nuestra representación en FITUR, que ya saben es la feria de turismo más importante de nuestro país y que se celebra este fin de semana en la capital de España, quizá sería mejor que la obviáramos o simplemente que pasáramos de puntillas si no queremos caer en descalificaciones. Creemos, no obstante, que hemos vuelto a perder una gran oportunidad para exponer las bondades de nuestra ciudad y su entorno, y es algo que debemos compartir con ustedes. Y no es que parta de nuestro particular saber y entender difundir lo nuestro, sino de nuestros gobernantes, que siempre que han tenido oportunidad han repartido nuestras bondades como ciudad como lo han creído conveniente y siempre dependiendo de sus particulares intereses. Lo mismo han acudido a esta feria internacional de turismo, por ejemplo, con quinientas plazas hoteleras debajo del brazo que nadie conoce, que asegurando que en poco tiempo llegarían a nosotros miles de filipinos gracias a su intervención y las conversaciones de alto nivel que habían mantenido con los representantes turísticos de esa nación. Tampoco han faltado las ocasiones en las que han echado mano de amigos y conocidos para darle algo de brillo a las diferentes presentaciones que se hacían de los eventos programados, porque de otra forma no era posible. Naturalmente, siempre han presumido de gastronomía y de quienes la representaban entre nosotros, y no hace falta que demos nombres porque de sobra son conocidos de ustedes. También es verdad que han promocionado nuestro canto, es decir, nuestro pan, tomate y lo que encontremos a mano, por todo el recinto ferial, aunque no sabemos si habrá caído bien entre los asistentes.
Claro que teniendo en cuenta que todas las exquisiteces realizadas por nuestros mejores cocineras y cocineros que se han llevado a este evento turístico, al final han sido degustadas por oriundos del pueblo, que eran los únicos que acudían prestos a estand en busca precisamente de algo que llevarse a la boca, pues tampoco es un detalle que merezca ser comentado. Hasta ahora, todos los desplazamientos que la ciudad ha realizado hasta FITUR han servido para bien poco. Dará lo mismo que valoremos los que hicimos en solitario, que supuso, por cierto, un gasto desproporcionado para las arcas municipales y no menos una chulería del equipo de gobierno, que los que hemos acudido compartiendo el espacio que ofrece la Diputación provincial a los municipios, porque además de los clásicos carteles de romería, de semana santa y la presentación del galardón Rafael Romero, “el Gallina”, sólo las excelencias culinarias de los restaurantes habituales, como puede ser el restaurante Garrido, o Los Pinos, o Las Perolas, o Logasasanti, o el Tropezón, fueron las verdaderas protagonistas. Eso sí, a ninguna especialidad se le dio la oportunidad de ser saboreada por extraños; todas fueron consumidas antes de que pudieran salir del estand y no precisamente por los visitantes.
Este año hemos descendido casi hasta los infiernos en cuanto al equipamiento con el viajamos a esta feria de turismo. Desplazarse hasta Madrid supone unos gastos que, según se nos ha dicho a los medios de comunicación, superan los diez mil euros, y hacerlo con tres citas y con los mismos folletos turísticos del año pasado ni siquiera nos parece escaso, sino irrisorio. De hecho, esperábamos que tratándose de la última feria de esta legislatura, aprovecharan nuestros gobernantes para tirar casa por la ventana y acudir junto al resto de las ciudades de la provincia a llevarnos el premio mayor, pero no lo han querido así. Es posible que todo se deba a los reiterados fracasos acumulados en relación a los pregoneros elegidos estos últimos años, de los que nos anunciaban que su sola presencia atraería a medios de comunicación nacionales y hasta de fuera, para luego quedarse con los de casa, por cierto, los únicos que somos fieles a la cita.
Nosotros, Andújar, con todos los respetos, creemos merecernos algo más. Estamos convencidos de que cuando una ciudad es bien atendida por sus dirigentes, cuando creen en ella, eventos del tipo de FITUR son aprovechados al máximo. Y es evidente que Andújar aún no ha sido adecuadamente presentada en sociedad.
