martes, 3 de febrero de 2009

SE MANTIENE EL SERVICIO URBANO DE AUTOBUSES “IN EXTREMIS”



El servicio de autobuses de nuestra ciudad, como saben en las manos de la empresa Morata desde hace más de veinte años, desde siempre ha registrado problemas basados en la misma causa, o sea, en la falta de liquidez de la empresa para mantener el servicio en las condiciones que se contemplan en las cláusulas del contrato firmado por ella y el Ayuntamiento. Sin embargo, independientemente de si los vehículos que tiene circulando son los adecuados o no, que ese sería otro tema, en ningún caso estos problemas han sido causados por la empresa concesionaria y sí por parte de los diferentes equipos de gobierno que han gestionado nuestro Ayuntamiento, que ha maltratado sin piedad a la empresa en donde más le duele: en el cumplimiento del pago de la deuda que contrae anualmente y que sólo en el año 2007 supera los cuarenta mil euros. Lógicamente, las dificultades económicas que le obligan a padecer nuestros dirigentes acabamos pagándolas los usuarios del servicio, porque no renueva el parque de vehículos, porque no tiene margen de movimientos que le permitan acometer nuevos servicios y porque la necesidad de dinero ha estado a punto de obligarle a dejar la concesión en varias ocasiones.

A lo largo de los últimos años, además de contabilizar la pérdida de uno de los tres autobuses que estaban en servicio hasta la llegada del nuevo equipo de gobierno municipal, anotamos la razón por la que el deterioro generado entre las partes, y que tanto han contribuido a la precariedad en la que se ha desarrollado durante todo este tiempo el transporte de viajeros, y que no ha sido otra que el normalizado impago de las facturas que la empresa presentaba al Ayuntamiento. A lo largo de estos años, los concesionarios del servicio han superado crisis económicas de gran envergadura e incluso perdido un puesto de conductor cuando tuvieron que desistir de mantener tres en servicio. Las escasas ocasiones en las que desde el gobierno municipal se decidía hacerle llegar algo de dinero, éstas respondían al anuncio de la retirada del servicio al día siguiente por falta de liquidez para adquirir algo tan elemental y necesario como combustible o para pagar las primas del seguro.

A todo esto, el tratamiento que ha recibido la empresa por parte del gobierno municipal ha estado presidido por el desprecio más absoluto a su gestión, negándole cualquiera de sus demandas y entorpeciendo innecesariamente las relaciones. Suponemos que cansados en la Casa Consistorial de las de reclamaciones de los concesionarios por los impagos que se acumulaban, en varias ocasiones han intentado sin éxito retirarle el servicio, contactando con este fin con diferentes empresas dedicadas a este tipo de prestaciones y sólo porque éstas se han negado a asumirlo, porque la fama de moroso que tiene nuestro Ayuntamiento va mucho más de nuestras fronteras, Morata lo mantiene hasta el día de hoy.
Como don Manuel Morata dijo en el programa de “Motor en directo” de Radio Andújar el pasado domingo, han decidido mantener los autobuses en la calle porque nuestros gobernantes se han comprometido a abonarle las facturas pendientes del 2008, porque sólo las del 2007, como les hemos dicho, superan los cuarenta mil euros y quedan pendientes para una mejor ocasión. En estos momentos en el Ayuntamiento deben estar estudiando la oferta que les ha remitido la empresa, según la cual ésta se compromete a poner en circulación cuatro autobuses, tres de los cuales recorrerían la ciudad por las mañanas y dos por la tarde. Los sábados por la mañana lo harían dos de ellos. Económicamente, este servicio, que nosotros entendemos realista y que estamos convencidos la ciudadanía agradecerá en lo que vale, le supondría a las arcas municipales ciento noventa y ocho mil euros anualmente.
Evidentemente, como han podido comprobar, una desgraciada historia basada en unas relaciones muy mal llevadas por parte de nuestros representantes, que vuelven a demostrar su falta de confianza en sí mismos y, consecuentemente, firman actuaciones y comportamientos que dañan a la ya de por sí maltrecha economía local.