miércoles, 11 de marzo de 2009

¿QUÉ ES LA SOSTENIBILIDAD AMBIENTAL Y QUIÉN LA GESTIONA?



El tema de la sostenibilidad medioambiental es algo que últimamente, será porque está de moda o vaya usted a saber, se suele vender desde todos los frentes, aunque especialmente desde el político. Y lo que nos llama la atención es que algunos, osados ellos, muestran inmensas lagunas en la materia y que, incluso menospreciando la inteligencia de quienes los escuchan, intentan venderlo sin una idea clara de lo que anuncian, eso sí, apoyados en un descarado cinismo y una verborrea insoportable. Es posible que esta disponibilidad del político de turno a hacerse cargo de lo que entienden son nuevas políticas y nuevos retos sociales, responda a que en política todo vale, pero se equivocan los que así interpretan una realidad sobre la que se viene trabajando desde hace muchos años y para la que es imprescindible estar iniciados, al menos si no se quiere hacer el ridículo. Actualmente, todo lo que tiene relación con el medio ambiente está controlado por infinidad de organismos mundiales y, por lo tanto, cuando desde un puesto de responsabilidad local se utiliza para convencer a quienes lo escuchan de que se trata de un tema menor, de fácil acceso y de mejor interpretación, debemos asumir que algo debemos estar haciendo mal para que estas situaciones anómalas se produzcan.

En nuestro caso, una vez analizado el mensaje de uno de nuestros concejales, se nos ocurren varias preguntas y no menos inquietudes, Por ejemplo, no llegamos a entender la insistencia y debilidad que tiene este equipo de gobierno por seguir apoyándose en los Llanos del Sotillo prácticamente para todo, especialmente cuando busca tiempo en el que diluir sus responsabilidades. El último caso lo ha sido con ocasión de mostrar a Andújar como una ciudad sostenible. Efectivamente, no lo dudó el político y puso de ejemplo lo que por ahora, y nos tememos que por muchos años más, es sólo un erial, porque, no nos engañemos, los terrenos del futuro Innovandújar, aunque la imagen que quieren dar sea de todo lo contrario, no dejan de ser un problema para este Ayuntamiento. Que el concejal lo pusiera como ejemplo de sostenibilidad, además de ridículo, nos pareció incluso atrevido, y más cuando en la ciudad se sabe que parte de las obras se han detenido y que las que por ahora continúan lo harán en poco tiempo debido a que los particulares, que son los que realmente están poniendo dinero para la urbanización de los terrenos y no el gobierno municipal, que no lo pone porque no tiene.

Efectivamente, como sabemos, en el futuro parque empresarial están previstos, no sólo más de trescientos mil metros cuadrados de zonas verdes, sino, además y también y sobre todo, atención, un centro de congresos, varias superficies comerciales, algún que otro centro de ocio, un hotel y varios restaurantes, amén de las imprescindibles industrias que permitan enriquecimiento de la ciudad. Lo del carril bici y lo verde dicho por el concejal y puesto como ejemplo de la implicación que tiene este equipo de gobierno por la sostenibilidad, está bien, pero que sepa que por el momento ni siquiera lo necesitamos, sencillamente porque ya disponemos de él y más que de sobra. Sólo hay que asomarse a la carretera para comprobarlo: todo es campo, todo un erial, aunque debamos de admitir que las lluvias han creado un pequeño parque acuático que algo de brillo sí que le proporciona. Sin embargo, teniendo en cuenta que de lo que se trataba en la rueda de prensa era de mostrar una ciudad equipada y no una ciudad por equiparse, sepan nuestras autoridades que lo que no tenemos como ciudadanos son papeleras, ni en las calles de siempre ni en las de nueva creación; lo que necesitamos también es que alguien nos informe de dónde nos desprendemos de las pilas de botón y de las convencionales; lo que necesita la ciudad es el soterramiento de algunos de los contenedores ubicados en zonas emblemáticas y monumentales de la ciudad, y, ahora que se puede, hacerlo en las zonas de nueva construcción. Ítem más: la renovación de los contenedores, que hasta nosotros llegan los más impresentables; papeleras por la totalidad del casco urbano, y especialmente para las defecaciones de los perros; información y educación permanente sobre el comportamiento ciudadano y, finalmente, el inevitable seguimiento que debe hacerse sobre el uso y el horario de los contenedores.

Y luego, si para el concejal es imprescindible soltar su discurso, que para eso lo llevaba escrito, que lo haga. Pero que no nos hable de sostenibilidad cuando desde el Ayuntamiento se patrocina todo lo contrario, por ejemplo, no dotando a varios barrios de la ciudad de los contenedores imprescindibles para seleccionar la basura. Por eso, cuando echan mano de los Llanos del Sotillo y los ponen como ejemplo, se nos ocurre que, como está previsto un gran movimiento de tierras, los deben haber elegido especialmente para enterrar en ellos sus grandes mentiras. Entre otras cosas, porque como tengamos que esperar a que Innovandújar funcione para presumir de ciudad sostenible, ¡apañados estamos!