Definitivamente, se anima el patio político local después de unas semanas de tediosa y anodina espera. A falta de Izquierda Unida, que sólo dio a conocer a cuatro de sus candidatos para las elecciones de mayo de este año, y del Partido Popular, del que sólo está confirmado su presidente local y actual alcalde, tanto el Partido Socialista, que lo hizo la semana pasada, y el Partidlo Andalucista, que lo hará este sábado en el teatro Principal con Francisco González como cabeza de la lista, la mitad del camino lo habremos andado esta semana. Lo que tengan previsto los populares y los integrantes de la coalición de izquierdas es algo que por el momento sigue en el aire y que, como tiene fecha de caducidad, es decir, como es obligatorio que presenten sus listas antes de que finalice este mes, no tardaremos en ser convocados con la misma finalidad. En cuanto al PIDAN, a UPyD y el anunciado desde la Cámara de Comercio, como algunos predecían, se quedaron en el camino y con ellos sus intenciones de renovar la política local. En nuestra ciudad, al contrario que ocurre en otras con incluso menos densidad demográfica, como es el caso de Úbeda, que presenta nada menos que a ocho partidos, nos hemos quedado con los clásicos o los conocidos, que son, por otra parte, los que más posibilidades económicas tienen, parque recordemos que eso de aupar a un desconocido a cotas de popularidad cuesta un ojo de la cara.
Sin embargo, como en su momento expusimos, estábamos convencidos de que la presencia de nuevos candidatos a las elecciones municipales de mayo de este año supondría directamente la renovación de caras y mensajes, de novedades y de intenciones, y es por esto que sentimos de verdad no haber tenido la oportunidad de saber de sus programas y cuáles sus verdaderas atenciones para con una ciudad que necesita del esfuerzo de todos los que vengan de buena fe a echarle una mano. El hecho de que vuelvan a ser los mismos, aunque algunos con planteamientos realizados desde candidaturas más frescas y motivadoras, quizá enfríe las legítimas ganas de los electores por cambiar el rumbo de las cosas. También es verdad que algunos de ellos, por no haber participado en los posibles errores de los que les precedieron, porque no pueden ser acusados de nada ya que ninguna responsabilidad de poder han tenido, quizá consigan el voto de los desencantados, que en número es un grupo muy importante y crítico.
Mientras, la ciudad recibe los últimos impulsos municipales en forma de inauguraciones y arreglos en las vías públicas, que van desde el repintado de las señalizaciones de tráfico a la iluminación de calles que hace años que están a oscuras. Quedan, no obstante, miles de actuaciones que iniciar y ahora deben enfrentarse con el tiempo, el enemigo directo de quienes esperaron demasiado no sabemos si convencidos del milagro de que se arreglarían solos o simplemente por su habitual incapacidad para cumplir con sus obligaciones. Lo último, después de los miles de puestos de trabajo que crearían, lo de Innonvandújar y el aparcamiento de Capuchinos, la cacareada remodelación del mercado de abastos. Y es algo que deseamos fervientemente, porque nos han prometido que nos colocarían frente a la fachada de la emisora una pancarta de grandes dimensiones en la que nos recordarían que se están desarrollando. Y eso, aunque crean ustedes que es una nimiedad, es algo que deseamos fervientemente. Y no tanto por la pancarta en sí, sino porque por fin, después de nada menos que más de siete años de promesas incumplidas, la mejora del recinto de la plaza será renovado.
Volviendo al tema inicial, y como asegura el refrán que quien espera, desespera, ese es nuestro estado de ánimo ante la falta de información que tenemos de los candidatos populares y andalucistas, porque de los de Izquierda Unida al menos conocemos a cuatro de ellos y de los socialistas a todas y todos.
