La semana culminó de forma brillante. Las convocatorias que recibía la ciudadanía procedentes de distintos frentes activó la presencia de personas en número significativo en las calles del centro y sirvió para confirmar que, cuando la oferta cultural o festiva es relevante, el público responde magníficamente. Diferentes fueron las citas y todas interesantes, aunque fue el día del stock el que triunfó de forma contundente. La meteorología, determinante cuando de lo que se trata es de sacar la gente a la calle, participó también de manera generosa en la tarde-noche en la que el comercio de nuestra ciudad nos citaba a una jornada en la que anunciaba precios excepcionales en todo tipo de artículos. Y así nos encontramos el sábado, recorriendo las calles cientos de personas en busca de las gangas que les era ofrecidas desde los comercios que se adhirieron desde el primer momento a la iniciativa del Centro Comercial Abierto, la Cámara de Comercio y el Ayuntamiento.
El día del stock culmina una trayectoria de motivación comercial intensa que ha servido hasta ahora para generar una tangible dedicación del empresariado del pequeño comercio de la que se deriva una constante implicación en el proyecto que capitanea la gerencia del Centro Comercial Abierto a favor de la consolidación de un asociacionismo fuerte y decidido a cambiar los parámetros que hasta ahora han dirigido los destinos de sus negocios. Evidentemente, el significativo cambio que se percibe en este colectivo no es algo a lo que se haya llegado sin esfuerzo y de un día para otro; al contrario, convencer a quienes han asistido a infinidad de intentos con el mismo objetivo y a los que siempre se les ha pedido dinero a cambio, no ha sido sencillo, y más cuando éste nunca se justificaba como parece imprescindible. El hecho de que por primera vez se les haya dado voz y voto, de que se cuente con ellos y ellas para el desarrollo de los proyectos que se proponen y de que éstos vean la luz y culminen en contrastados éxitos, ha sido determinante para el aumento de detectamos en la unión que tanto necesitan nuestros comerciantes si de verdad lo que quieren es ser tenidos en cuenta en las Administraciones públicas en donde se toman las decisiones y se reparte el dinero que tanto necesitan los Centros Comerciales.
En nuestra ciudad, y siempre capitaneados por la Cámara de Comercio e Industria, hemos conocido proyectos de este tipo de los que desgraciadamente ninguno consiguió continuidad y que, de alguna manera, han sido determinantes hasta ahora para la realización de algo por otra parte muy necesario. Porque una de las máximas que no debe perderse de vista en un proyecto de esta envergadura es que sólo la unión hace la fuerza, y, cuando ésta es imprescindible para cambiar el rumbo de las cosas, cuanto antes se consolide mejor para todos los implicados en lo que debe ser un proyecto común que, además, se anuncia como viable y que reportaría sólo beneficios a este colectivo.
Por lo que hemos aprendido a lo largo de estos años de incertidumbre, nuestros comerciantes saben muy bien qué tipo de proyectos son realizables y los que no tienen futuro. Y es que el público, que en situaciones de complicación económica, debe ser tratado y convencido desde el realismo más absoluto, de ahí que encuentros comerciales como el día del stock permitan a las partes conocerse mejor, ya que tienen la oportunidad de aproximarse a comercios a los que antes quizás no le dedicaban atención y de los que acaban adquiriendo algún artículo.
Por la parte que nos corresponde, convencidos de que nos encontramos en un momento culminante, pero también de que sólo se están dando los primeros pasos y que es muy necesario el apoyo sin fisuras a los que es de todas y todos, nuestra enhorabuena a quienes han hecho posible lo que hasta el momento era sólo un sueño.