viernes, 19 de octubre de 2012

CIFRAS ALENTADORAS




Un total de diez personas han perdido la vida y otras cinco han resultado heridas, cuatro de ellas graves, en los nueve accidentes mortales ocurridos en las carreteras españolas entre las tres de la tarde del jueves y la medianoche del domingo. Estas son las cifras oficiales aportadas por la Dirección General de Tráfico. Con estos datos podemos asegurar que se trata del puente del Pilar con menos muertos en carretera desde que se disponen de datos. En 2009, que es el último año comparable, puesto que también hubo tres días de puente, perdieron la vida 11 personas, y un año antes, con los mismos días festivos, fallecieron 34. En 2010, con un día más de vacaciones, murieron 26 personas. En cualquier caso, el número de vehículos y de desplazamientos ha disminuido de manera significativa, concretamente, y de acuerdo con la información de Tráfico, se han producido 4,4 millones de viajes, 400.000 menos que la última vez que hubo tres días de descanso por la festividad de la Virgen Pilar.

Entrando en detalles les diremos que de los nueve accidentes, cinco han sido por salidas de vía, dos por colisiones y dos por atropellos a un peatón. El domingo, con seis víctimas mortales, fue el día de mayor siniestralidad. El accidente que produjo el peor de los resultados lo protagonizó un vehículo que se salió de la vía y colisionó en la N-432 a su paso por Badajoz. En el accidente murieron dos personas, de 52 y 31 años, y un bebé resultó herido leve. En lo que va de año, hasta el 14 de octubre, se llevan contabilizados 1.065 fallecidos, 107 menos que hasta la misma fecha del año pasado, lo que supone una caída del 9,2 %.

Evidentemente, todo lo que sea restar supone un alivio para todos los que estamos implicados en la accidentalidad que se contabiliza en nuestro país, ya que también todos formamos parte del grupo que se juega la vida en cuanto ponemos nuestro automóvil en marcha. Lo que ocurre es que cuando se analizan los números y se comprueba que la reducción de la mortalidad en una festividad que ha movido más de cuatro millones de desplazamientos, lo normal es que nos animemos y lleguemos a la conclusión de que, si ponemos algo más de interés y le dedicamos a la conducción todo lo que hemos aprendido a lo largo de los años, esta terrible cifra puede reducirse aún más. Y ese debía ser el objetivo y no tanto de las autoridades como de nosotros mismos, que somos finalmente quienes sufrimos las consecuencias del accidente.

Como hemos tenido oportunidad de reflejar en otros momentos, los accidentes, todos, están ligados a la actitud de los conductores, y no siempre por cómo conducen y sí por cómo cuidan a su vehículo. Recordemos que si fallan los frenos, por ejemplo, antes se debió comprobar su estado, y lo mismo con los neumáticos y el resto de componentes, que no son para nada exigentes en su vigilancia y control, pero sí que cuando demandan asistencia debe proporcionársele de manera inmediata. Si nos vemos obligados a reducir gastos, que la crisis nos está limitando claramente nuestros movimientos, quizá deberíamos pensar en dejar el coche aparcado más tiempo del habitual y echar mano del transporte público. Todo antes de caer en el error de creer que no nos va a ocurrir nada y que el vehículo todavía aguantará unos kilómetros más. Nos estamos engañando nosotros mismos y, lógicamente, nos estamos jugando nuestra vida y las de los demás.