miércoles, 17 de octubre de 2012

LOS ANDALUCES DESPERDICIAMOS DEMASIADOS ALIMENTOS

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La nueva situación que padecemos, que nos obliga a compartir lo que tenemos y a reducir drásticamente lo que se entienden como caprichos, genera infinidad de trabajos que intensifican los conocimientos de los realizadores de éstos en la búsqueda de formas de vida que a cualquiera de nosotros se nos escapan y de las que incluso participamos sin ser conscientes de ello. Ahora aparece uno más y viene a decirnos que, sobre el desperdicio  que hacemos de los alimentos en las diferentes comunidades españolas, nosotros, los andaluces, desechamos nada menos que sesenta y nueve kilos de comida al año. El año pasado estos mismos técnicos desarrollaron otro estudio sobre este mismo tema con Europa de fondo y llegaron a la conclusión, luego de exhaustivos detalles sobre comportamientos, actitudes y entregas sociales, además del almacenaje, uso y planificación de la comida en los hogares europeos, de que tirábamos a la basura, de media, alrededor del veinte por ciento de los alimentos que comprábamos. Entonces, en nuestro país representaba una pérdida de 2,9 millones de toneladas de alimentos desperdiciados anualmente, cifra que como pueden comprobar representa un exceso que ni entonces, pero especialmente ahora, podemos soportar.

La nota más preocupante, aunque también esperanzadora si tenemos en cuenta el contexto en el que se desarrolla, es que gran parte de la comida que tirábamos se podía haber consumido con una mejor planificación, almacenaje y conservación, es decir, que conociendo las causas, la posibilidad de eliminar esta deficiencia nos permitiría avanzar más y mejor en la búsqueda de una compra responsable y ajustada a la realidad familiar.
 
Desde este importante y detallado trabajo se nos alerta del gran desperdicio de alimentos especialmente en seis comunidades autónomas; a saber: Andalucía, Cataluña, Galicia, Madrid, País Vasco y Comunidad Valenciana. Al mismo tiempo revela lo que les hemos dicho hace un momento, es decir, los andaluces tiramos a la basura unos trescientos euros al año de comida, lo que suma un total aproximado de casi seiscientas toneladas. En este contexto, aunque  los andaluces afirmamos ser una de las regiones que menos excedentes de comida producen, como hemos visto la realidad es muy distinta.

Lo primero que nos llama la atención es que la fecha de finalización de este trabajo es de 2011, es decir, que hemos sido analizados en tiempos de crisis económica y parece que no hemos aprendido a comprar lo que realmente necesitamos en todos los órdenes, aceptando de buena gana que la compra debe hacerse siempre con el objetivo de conseguir una dieta equilibrada y nutritiva que nos permita disfrutar de buena salud y huir de la obesidad, lo más parecido a una pandemia porque afecta a una gran mayoría de personas en todo el mundo y que también en nuestra tierra hace estragos en personas de todas las edades. Es cierto que los tiempos que corren nos han obligado a dedicarle más tiempo e imaginación a la cesta de la compra, y más desde que la oferta entre unos y otros expendedores de artículos de alimentación es significativamente diferente, pero la escasez de dinero no nos  permite florituras exóticas y menos excesos de ningún tipo.

Lo que se cuida con más interés y objetividad es nutrir adecuadamente a la familia, detalle que incluso ha cambiado las pautas de los alimentos que consumíamos hace solo unos años, a los que accedíamos con relativa soltura económica y que han ido socavando la salud de nuestro organismo. Los tiempos que corren nos han obligado a volver a los que las verduras y las legumbres eran alimentos básicos e imprescindibles en la dieta familiar y que habíamos olvidado y que tanto nos benefician. Quizás se trate de lo único positivo que nos ha traído la crisis económica.