miércoles, 20 de febrero de 2013

EN INTERNET NO TODO ES BUENO

Imprimir


Que el mundo de Internet es infinito, que muchas de sus posibilidades están aún por descubrir y que es la manera más barata que tenemos para comunicarnos, no creemos que necesite de confirmación oficial, porque de sobra lo sabemos. Pero no todo es de color rosa, ni todo lo que nos llega desde este sistema debemos aceptarlo como bueno. Por ejemplo, la llamada por la policía operación Gailor ha permitido detener a un usuario de la red de redes y acusarlo de haber cometido al menos 150 delitos y de estafas utilizando identidades falsas. ¿Y a qué se dedicaba este bendito? A la compra y venta por Internet usando de identidades sustraídas. Según la policía, ponía la venta una gran cantidad de efectos novedosos, como Iphone, teléfonos de lujo, tabletas y videoconsolas. Para llevar a cabo sus fechorías utilizaba numerosas páginas y portales dedicados a la compra-venta de estos productos. Es más: incluso llegó a ofertar un apartamento en primera línea de playa. Eso sí, previamente había sustraído la documentación a su propietario, que desconocía lo que este individuo hacía en su nombre.


La forma de actuar del delincuente no era otra que la ganarse la confianza de las personas a las que tenía previsto engañar, a las que sustraía todo tipo de datos y también los efectos que luego vendería. Una vez los documentos aparentemente en regla, ponía en el mercado lo que quería vender. Cuando el comprador se interesaba, le pedía que le hiciera un ingreso a través de giro postal o en una cuenta bancaria que tenía con identidad falsa. Una vez que tuviera confirmado el ingreso, él se comprometía a enviar la mercancía comprada. Para desarrollar con éxito este sistema o fórmula llegó a utilizar hasta seis identidades distintas. El refinado ladrón fue detenido conduciendo vehículo de alta gama justo cuando se dirigía a una sucursal bancaria a retirar el ingreso de su última venta.

El ejemplo que compartimos es eso, un caso aislado del que, no obstante, podemos encontrar cientos si nos ponemos a trabajar en profundidad. De hecho, la policía sigue insistiendo en algo que entendemos elemental y que, precisamente por eso, no acabamos de entender cómo algunas personas no tienen en cuenta y acaban cayendo en la trampa. Para empezar, tal como nos dijeron nuestros padres, nadie regala duros a peseta; luego, desconfiar de cualquier oferta por sistema. Naturalmente, si comprobamos que se trata de un portal fiable, que cuenta con todos los parabienes conocidos y que lo que nos ofrecen no supone un desembolso exagerado, en nuestras manos estará el acceder a o no, pero siempre sopesando la totalidad. Del delincuente que hemos conocido sabemos que tenía por costumbre colocar en el mercado teléfonos de última generación falsos que vendía por menos de la mitad; cuando llegaba a su destino el paquete, una vez abonado el encargo, el comprador se encontraba, como le ocurrió a un paisano, en vez del teléfono que esperaba, un pepino, una zanahoria y una cebolla.

En definitiva, de lo que tratamos es de poner las cosas en su sitio y dar el valor que a cada uno nos corresponde. Nosotros, por ejemplo, somos objetivo de miles y miles de personas que tienen intereses muy concretos y que buscan ganar dinero a toda costa. Si para ello tienen la oportunidad de engañarles, no duden ustedes de que lo harán y sin remordimientos. Por todo esto, caer en la trampa, aunque pueda parecer difícil, acaba siendo fácil. Recordemos que ellos son especialistas en el engaño y nosotros simplemente unos incautos.