jueves, 9 de mayo de 2013

LA EDUCACIÓN EN PIE DE GUERRA

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Hoy, el país ligado a la educación se ha detenido. Educadores de todos los niveles y padres y madres de los afectados, aunque aquí no existe unanimidad, han decidido mostrar su descontento y rechazo a la ley que el ministro del ramo ha ido hilvanando para su implantación legal a lo largo de los últimos meses y que presentará en el consejo de ministros de mañana, viernes. Así, padres, alumnos y sindicatos de profesores que forman la Plataforma por la Escuela Pública se han puesto de acuerdo no solo exigiendo la retirada del   recorte de los presupuestos escolares, sino la reforma que impulsa el ministro Wert. Ésta exige la retirada del proyecto y la búsqueda de un consenso de las partes afectadas, como de hecho sugiere  el mismísimo Consejo de Estado. Y no está sola la plataforma, porque el resto de organizaciones ligadas a la educación también impulsan la huelga de hoy y proponen nuevas formas de entendimiento si de verdad lo que quiere el Gobierno es que la ciudadanía se sienta respaldada y atendida en asuntos de la importancia y trascendencia de una nueva ley de educación que no ha sido compartida con nadie y que aseguran que supondrá un grave retroceso de todos los sistemas que están vigentes y que hasta ahora han servido para que la comunidad educativa se haya sentido mayoritariamente identificada.


En nuestra comunidad, de acuerdo con los datos que recibimos continuamente de las diferentes fuentes autorizadas para informar a los medios de comunicación sobre la marcha de la huelga, se asegura que casi doscientos mil educadores han decidido participar activamente en este paro de la educación. Como saben, esta huelga cubre todos los sectores de la educación, es decir, desde la primaria hasta la universitaria, y resulta ser la primera que se hace completa, aunque, si tenemos en cuenta que se implantaron los servicios mínimos y que  las cifras de participación dependerá de las fuentes que nos las envíen, no crean que los medios coincidiremos en el número total de profesores y alumnos que han decidido secundarla. Pero no están solos, porque también se han unido a sus demandas asociaciones de alumnos, profesores y familiares, que coinciden en ver esta nueva ley como un serio peligro para la educación en general. Y van más lejos asegurando que no mejora en nada la calidad de la enseñanza; como mucho, ésta pasa a ser más de los que disfrutan de poder adquisitivo superior en contra de los menos pudientes, que dejarán de tener acceso a la práctica totalidad de los estudios superiores. Mientras, desde el ministerio se insiste en que se busca un estudiante más relacionado con la realidad del país, formados en las necesidades laborales que actualmente escasean y que permitirá a la población mejorar sus niveles de acceso al trabajo.

Se decida lo que se decida, se planteen los plazos que se entiendan necesarios y que se consiga lo que cada parte entienda como irrenunciable, quien de verdad lo tiene cada día más complicado es el estudiante, sea de la asignatura que sea y el curso en el que se encuentre. Y todo porque se sienten manipulados, sin voz ni voto en una historia que finalmente acabará, o todo lo contrario, con sus sueños de auparse a niveles educativos que, si se aprueba la nueva ley, les serán muy difíciles. Destacar, sin embargo, que el hecho de que exista una total unanimidad en las reclamaciones por parte de los sindicatos y las organizaciones con responsabilidad en la educación, y que se desarrolla  en estos momentos con relativa seguridad y total asistencia, aunque, volvemos a repetir que ésta dependerá de quien finalmente nos informe, supone un serio y respetable espaldarazo a los convocantes. Repetimos que las diferencias que encontraremos con respecto a los resultados de apoyo a la huelga en las que nos envíen desde el Gobierno no se parecerán prácticamente en nada a las que nos remitan los organizadores. Y si no, estén atentos porque esta situación o fenómeno informativo se repite constantemente y estamos convencidos de que tampoco en esta huelga de la educación se diferenciará en mucho.