Hoy, con mucha diferencia, es el día
grande de las pedanías de nuestra ciudad, es decir, Vegas de Triana, Los
Villares, La Ropera
y El Sotillo. Y es que hoy celebran su santo patrón, san Isidro. Y también
Andújar y la diócesis provincial hacen lo propio, ya que el patrón grande, el
evangelizador viajero, san Eufrasio, celebra intensamente su onomástica. La
ebullición de sentimientos, de reencuentros y de felicitaciones nos anima
incluso en tiempos difíciles a compartir lo que tenemos con quienes tengan a
bien acercarse a cualquiera de estas poblaciones y a la propia Andújar,
especialmente al barrio que cobija al patrón, que desde hace unos días disfruta
de su particular feria y que recibe a diario a cientos de personas con ganas de
pasar un rato agradable entre amigos. Como cada año, por tanto, justo en la
mitad de la primavera, nuestro término municipal cambia de color y explosiona a
favor de la devoción ancestral que mantiene con san Eufrasio y san Isidro; el
primero porque es el patrón de la ciudad y la de la diócesis, y el segundo
porque lo es de los poblados de colonización.
Este año podía ser parecido a todos
los demás, pero no es así. Y todo porque han vuelto a sonar con fuerza las
campanas que anuncian los primeros pasos hacia la construcción del templo que
tanto demandan los feligreses y que permitiría mejorar claramente la residencia
en la que actualmente nos encontramos con el patrón, en la calle La Palma. Por otra parte, se
acabaría lo que por ahora solo ha sido un sueño, legítimo y justificable, de
quienes mantienen viva y con inusitada firmeza la consecución del nuevo templo.
Terreno tiene, bendecido está, dinero parece que algún día lo tuvo, al menos
para las primeras piedras, y todo indica, repetimos, que desde el Obispado se
ha decidido que ya es hora de dar paso a su construcción.
En el patronazgo que ejercen sobre nuestra ciudad y
provincia la Virgen
de la Cabeza y
san Eufrasio, sin duda que el santo varón siempre ha sido marginado, como si se
tratara de alguien menor, que pocos conocen y aún menos los que dedican su
tiempo a saber de él y su importante figura en la evangelización de nuestro
país. De hecho, incluso los eruditos de la Historia no han llegado ni tan siquiera a situar
con rigor su lugar de nacimiento, aunque todo indica que fue en tierras
aragonesas. Y fue uno de los siete varones apostólicos que figuran en
manuscritos del siglo décimo. Aunque sin base histórica que lo avale, nuestro
patrón fue compañero del apóstol Santiago y fue consagrado por san Pedro. Según
datos fiables, llegaría a España en el año 45 de la era cristiana, siendo
destinado a Iliturgi, lo que actualmente es Mengíbar, aunque se trata de un
error histórico que ahora veremos. Fue martirizado por los enemigos del
cristianismo y murió el año 57.
De acuerdo con la historia escrita, perfectamente
interpretada por diferentes especialistas, fue en el siglo XVI cuando se inicia
el culto al patrón en nuestra provincia. Aunque parece que fue un error lo que
en principio lo situó en Iliturgi y no en Isturgi, que es como en realidad fue,
los capitulares municipales acuerdan finalmente edificarle un templo, que pusieron
en manos de la comunidad trinitaria y que data de 1576. Luego de muchas
vicisitudes y de menos desencuentros entre las fuerzas vivas de la ciudad, fue
en 1985 cuando se creó la hermandad de san Eufrasio que hoy conocemos. Por
supuesto, hemos tratado solo de dar unas torpes y escuetas pinceladas alrededor
de la figura del santo patrón sin más intención que la de conseguir atraer
hacia su figura y su trayectoria a las personas de buena fe que busquen
respuestas sobre la figura de san Eufrasio.
