viernes, 13 de septiembre de 2013

CONTINÚAN LOS CONTROLES DE VELOCIDAD, CINTURÓN Y DROGAS

Imprimir

Es el primer viernes después de las vacaciones en el que nos adentramos en el tema del tráfico, que es lo que habitualmente hacemos a lo largo del año. Y volvemos relativamente ilusionados con el giro que, también estas vacaciones, se ha detectado en el recuento a la baja que se ha hecho de los accidentes registrados a lo largo de este peligroso período de tiempo, porque recordemos que durante éste se han contabilizado más de catorce millones de desplazamientos en todo el país. De mantenerse esta tendencia, que ojalá así sea, la cifra final de este año volverá a ser positiva en cuanto a la reducción que deseamos se consolide como lo viene siendo desde hace unos años. Naturalmente, para que esto sea así, el papel que lo determina pasa obligatoriamente por la actitud positiva que aporte a la circulación el usuario, que debe mantenerse en todo momento consciente del difícil papel que interpreta mientras conduce y aceptar las imposiciones ligadas sobre todo a la velocidad y al abuso del alcohol y otras drogas que Tráfico tiene implantadas. Este organismo continúa, no obstante, aportando innovaciones que controlan más y mejor los abusos que generalmente cometemos al volante.

El apartado que protagonizan moteros y ciclistas, con diferencia, se ha llevado a lo largo del año la mayor parte del esfuerzo de los técnicos de Tráfico en cuanto a su control. Los esforzados ciclistas han visto cómo se les ha obligado a equipar a su vehículo con luces delanteras y traseras, y a punto han estado de verse obligados a llevar el casco también en ciudad, aunque todo se andará y no creemos que tarde en implantarse una vez se comprueba que los accidentes en la ciudad aumentan peligrosamente. La decisión más interesante, a la que solo le falta la implicación de las policías locales, es el hecho de que se les exija a los menores de dieciocho años el casco en las ciudades. De implicarse los agentes de la autoridad, cientos serán los menores que se verán obligados a dejar aparcada su bicicleta si no aceptan lo de colocarse el casco, lo mismo que debería hacerse obligándoles a circular por donde deben y no hacerlo sin aceptar ninguna norma establecida. Por el momento, la cifra de usuarios de la bicicleta fallecidos supera los cincuenta.

En cuanto a las motos, por supuesto que sin quererlo, se han colocado en el punto de mira de la autoridad que vigila y controla el tráfico, ya que el número de accidentes ha hecho saltar las alarmas. De nuevo han sido algunas de sus actuaciones las que hemos visto en los informativos de las televisiones, en donde muestran su peor cara y queda de manifiesto que no tienen intención, al menos algunos de ellos, de aceptar imposiciones oficiales de ningún tipo: ni límites de velocidad, ni zonas de prohibición de adelantamiento, ni ninguna que les limite sus ansias de destacar por encima de la media. Se les olvida, y así le ha sucedido a casi sesenta de ellos en lo que va de año, que verse involucrados en un accidente es lo menos que se espera cuando no se tiene por costumbre respetar su propia vida. Por el momento, la moto sigue siendo objetivo prioritario de la Dirección General de Tráfico y todo indica que los controles y el seguimiento no solo se van a mantener, sino que se incrementarán significativamente.


De las decisiones que se han tomado para un mayor control de las acciones que desarrollamos habitualmente los conductores, les hablaremos la próxima semana. Son muchas y muy interesantes, sobre todo las que están ligadas al coste final de las sanciones económicas que se nos vendrán encima en cuanto nos pasemos de la raya. Mientras tanto, feliz semana y hasta el lunes.