viernes, 13 de septiembre de 2013

ES IMPOSIBLE CONSEGUIR UNA FERIA QUE GUSTE Y CONTENTE A TODOS

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Es sencillamente imposible que nuestra feria de septiembre, como cualquier otro evento, acabe siendo del gusto y la conveniencia de todos. En esta ocasión, siendo conscientes de que las concejalías implicadas en su desarrollo se han visto limitadas sustancialmente en su presupuesto, parece que al menos los que la han disfrutado no la han calificado mal del todo. Si acaso, como por otra parte era de esperar, los representantes de los partidos políticos en la oposición sí que han cargado las tintas a la hora de valorar los días de asueto que el Ayuntamiento ha programado para el disfrute de propios y extraños. Pero esta situación no es nueva y quizá por eso pocos sean los que les den importancia. Por otra parte, la opinión de los que han expuesto su dinero y dedicado a casetas, puestos de feria al uso y convocatorias que necesitaban de un masivo apoyo popular sean remisos a calificar la feria que la ciudad dedica a san Eufrasio. La gran mayoría coincide en que puede mejorar y que la crisis es realmente la culpable de que este tipo de encuentros se hayan convertido en un problema de gran calado económico para todos ellos.

Nosotros entendemos que programar y desarrollar una cita tan particular como peculiar, en la que deben conjugarse las ganas de diversión de personas de todas las edades y gustos, debe ser un reto muy difícil y que necesita del apoyo y la ayuda de infinidad de personas para que finalmente se pueda asegurar el día antes de su inauguración que todo está listo para su disfrute. Y precisamente por este detalle desde siempre, la haya organizado quien la haya organizado, hemos sido cautelosos a la hora de ponerle nota. En esta ocasión estamos en las mismas y nos reservamos lo que nos ha parecido, pero no tanto por evitar dañar la imagen de nadie como porque estamos convencidos de que lo sencillo y cómodo es criticar; lo complejo y comprometido es organizar un evento en el que deben caber todas las personas que lo visiten y para las que debe haberse previsto un apartado lúdico con el que se sientan identificadas.

En cuanto a que los tiempos que corren no son los más adecuados para enfrentarse a una convocatoria popular de esta envergadura, no creemos necesario que lo volvamos a detallar por conocido. Sí queremos, no obstante, entrar en detalles sobre si es o no imprescindible que hasta nuestra ciudad se desplace un artista puntero, capaz de atraer a quienes nos observan desde fuera, para con él como reclamo esperar la visita de incondicionales desplazados desde otras ciudades de la provincia, eso es algo que algunos entienden que se aseguraba el éxito de la feria en cuanto al número de asistentes al recinto frente a los que, conocedores de los batacazos económicos que se han dado en otras ciudades, no quieren ni pensar verse obligados a asumir casi en solitario el desembolso económico que exigen este tipo de actuaciones. Y los que echan mano a la memoria para recordar los número uno del espectáculo que hasta aquí han venido, están en su derecho, por supuesto, pero es evidente que no son tiempos para el despilfarro. Y es que ¿alguien se atreve a firmar un cheque de cuarenta o cincuenta mil euros, que es el caché de la mayoría de los artistas de la canción más conocidos y demandados, convencido de que recuperará la inversión? Ejemplos nos sobran de que no ha sido así en ciudades de nuestro empaque y trayectoria, y desde luego que caer en el mismo error cuando de antemano se sabe que nos costará el dinero y solo para satisfacer a unos pocos, nos parece un lujo de consecuencias imprevisibles.


Lo mejor es aceptar que este encuentro con la diversión que llega todos los años en septiembre y que nos invita a olvidarnos unos días de preocupaciones y problemas, lo vivamos con intensidad e implicación. Naturalmente, conscientes de que se puede mejorar y de que para el año siguiente se debe eliminar lo que nos estorbe, por supuesto que sí. Así, debemos ponernos a trabajar cuanto antes, y no solo el político responsable, sino la ciudadanía al completo, que para eso es la feria de todas y de todos.