miércoles, 25 de septiembre de 2013

LA CRISIS ECONÓMICA SE LLEVA POR DELANTE A LA CLASE MEDIA

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Es evidente que la crisis económica está dejando fuera de combate a miles de personas. Y si antes el peso de ésta recaía exclusivamente sobre los más débiles, ahora las tornas han cambiado y la clase media aseguran los técnicos que está desapareciendo a marchas forzadas. Consecuentemente, teniendo en cuenta el peso específico de éstas sobre el consumo, lo lógico es que el déficit no deje de aumentar y que la autoridad económica del país no encuentre la fórmula desde la que al menos intentar volver a los tiempos en los que el tirón del consumo interno servía para estabilizar las cuentas generales del Estado. El hecho, sin ir más lejos, de que el trabajador haya perdido el sueño porque no sabe si mañana cuando vuelva a su puesto de trabajo éste habrá desaparecido, es asunto suficiente como para quitar las ganas de invertir al más pintado. Naturalmente, el que en los tiempos que corren sólo se invierta en lo imprescindible, se dedique muy poco dinero a los caprichos, está acabando con industrias que hasta ahora mantenían el tipo con dignidad.

La Universidad Juan Carlos I acaba de publicar el libro “La protección familiar en España y el seguro de vida” bajo el control del Instituto de Estudios Sociológicos, Análisis e Investigación De este libro se desprende una encuesta que se ha realizado entre abril y agosto de este año, en el que un grupo de expertos de diferentes sectores de la industria y empresas en general han controlado nada menos que a más de dos mil casos. De ésta se desprende que nos encontramos indefensos ante lo que se ha venido encima y sus consecuencias, especialmente cuando se trata de entender el papel del Estado, del que antes recibíamos todo tipo de coberturas y que ahora nos ha dejado huérfanos. Con todo, la pregunta surge como necesidad de hallar la respuesta que nos permita mantener al menos lo que nos queda, por lo que buscar y encontrar la solución por la que debemos optar se ha convertido en un gran incógnita para la mayoría de los españoles, especialmente entre los que sufren la crisis con toda intensidad. Ante este planteamiento, y de acuerdo con las conclusiones de este estudio, no existe un grupo compacto de ciudadanos capaz de aglutinar energías capaces de superar los obstáculos que encuentra en su legítimo camino hacia su recuperación económica.

Una de ellas es la de apoyarse en un plan de pensiones, pero ¿quién tiene hoy capacidad real de invertir un dinero que no tiene para llegar a la jubilación con algo de holgura económica? Y lo mismo ocurre si se trata de ahorrar sin más, porque el problema sigue siendo la falta de ingresos y, por tanto, a lo primero que se destina el poco que tenemos es a vivir. Por el momento, millones son los españoles que se plantean controlar los gastos a favor de un remanente en el banco o en el calcetín, que de todo nos encontramos, sobre todo después de haber comprobado que lo de tener el dinero depositado en las entidades bancarias tampoco es una garantía de que lo podamos coger cuando queramos o lo necesitemos, convencidos unánimemente de que nuestros dirigentes son incapaces de llevar a buen puerto el barco que viene zozobrando desde agosto de 2007. Y como el paso del tiempo lo que ha venido a corroborarle es que no se han equivocado en nada, pues ahí estamos, a verlas venir mientras lo poco que nos ha quedado lo guardamos como oro en paño a la espera de tiempos mejores.


De hecho, el que no haya sido precavido o no le dio crédito a lo que estaba pasando a su alrededor, hoy tiene problemas de gran importancia, y más si sus hijos necesitan matricularse en la universidad, y más si ésta queda lejos de su domicilio y necesita un sitio donde vivir, y más si la hipoteca hace tiempo que le agobia… Lo dicho, señoras y señores, no son buenos tiempos para la lírica.