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Creemos
llegado el momento de plantearse muy seriamente qué tratamiento
tenemos previsto darle a nuestro vehículo ante la llegada del otoño
y el invierno, período de tiempo que, sumado, llegan hasta el 21 de
junio del año próximo, es decir, que se trata de unos meses en los
que nuestro vehículo se las tiene que ver con infinidad de
contratiempos, especialmente los que le obligan a soportar las bajas
temperaturas propias de estas dos estaciones, el agua, la niebla, la
nieve, etc. Por lo tanto, si tenemos en cuenta que hemos llegado a
este punto del calendario con los deberes casi sin hacer, que hemos
dejado para un mejor momento el cambio del aceite, la revisión de
los líquidos del motor y los neumáticos, la mejor decisión es
plantarle cara al asunto y atacarlo de frente antes de que la
reparación sea mucho más costosa.
Después
de un verano duro con respecto a las altas temperaturas que ha
soportado el vehículo, y más si vive en la calle, someterlo a un
repaso es de obligado cumplimiento. Los aceites y los líquidos que
necesita el motor para un eficaz rendimiento, debido precisamente a
la temperatura, han perdido parte de su efectividad y algunos de
ellos hasta se han volatilizado. Como hemos tenido oportunidad de
comentar en más de una ocasión, que nuestro mecánico se detenga un
momento en revisar estos puntos para cerciorase de su estado no nos
va a suponer ningún desembolso, porque para eso es nuestro hombre de
confianza y siempre acudimos a él cuando tenemos algún problema. Y
lo mismo ocurrirá si la visita se la hacemos al especialista en
neumáticos, que nos informará de la necesidad o no de la renovación
de éstos o simplemente les añade algo más de presión. Antes, sin
embargo, habremos estado pendientes de que a nuestro coche no le haya
faltado de nada en todo este tiempo, que es la mejor fórmula que
conocemos para evitar grandes averías.
Por
otra parte, atención a los roces que tengamos acumulados en la
carrocería de nuestro vehículo, que deben ser tratados cuanto antes
y desde luego anticiparnos a la llegada del frío y la lluvia si
queremos evitar un deterioro del conjunto y que, en caso de que
queramos recuperarlo, nos va a costar un ojo de la cara. A veces, con
solo revisar la póliza del seguro que tengamos contratada es
suficiente, puesto que es muy posible que conste la responsabilidad
de la compañía en este apartado. Sea como sea, nuestro consejo es
que cuanto antes intervengan en la recuperación de la chapa para
evitar males mayores, y les podemos asegurar que éstos acaban
manifestándose cuando el remedio cuesta más que la enfermedad. Y
llegados a este punto, conviene recordarles que uno de los peores
enemigos de la chapa de los vehículos es el barro que se acumula en
los bajos y en los guardabarros, por corrosivo y letal. Siempre que
tengan oportunidad revisen este punto para evitar males mayores.
Y
poco más, porque tiempo tendremos de ir recordando lo que nosotros
creemos fundamental para un buen funcionamiento del vehículo. De
hecho, este domingo vuelve el programa “Motor en directo” y en él
tendremos oportunidad de adentrarnos en las propuestas que ustedes
nos hacen habitualmente y entrar en más detalles si es necesario.
Por lo tanto, quedan ustedes invitados a seguir este espacio para
obtener más información. Mientras tanto, feliz fin de semana.