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Continuando
con el comentario de ayer, sobre la menor que envió un vídeo
pornográfico a un amigo y éste se encargó de compartirlo sin su
permiso expreso con otros usuarios, y que actualmente está en redes
sociales de todo tipo y anda incontrolado por ese desconocido y
peligroso mundo. De por medio, los problemas de los jóvenes,
especialmente de las jóvenes, con respecto a la violencia de género,
a las que este tipo de casos no le hacen precisamente ningún favor,
puesto que el hecho de que la imprescindible necesidad de conseguir
la unanimidad en la interpretación de la realidad en las que éstas
se desenvuelven, cae por los suelos cuando se conocen situaciones de
este corte, en donde una joven se ofrece sin límites ni condiciones
a un chico, se muestra una peligrosa sumisión de consecuencias
imprevisibles. Y más si conocemos que los malos tratos psicológicos
y los físicos siguen su ascenso incontrolado precisamente entre las
parejas de adolescentes, que este fin de semana ha confirmado con
unos datos reveladores: un treinta por ciento de chicas menores de 18
años sufren malos tratos por parte de sus compañeros o novios.
Los
expertos nos alertan de que los casos de violencia de género
protagonizados por menores han aumentado en los últimos años.
Por ejemplo, el año 2011 se investigaron casi quinientos casos de
violencia de género en los que alguno de los dos miembros de la
pareja era menores; en 2012 fueron seiscientos treinta y dos.
De acuerdo con la opinión de estos técnicos, es fundamental
trabajar más en campañas de educación y que éstas sean fácilmente
interpretadas por el grupo de población a la que van dirigidas, en
las que por cierto no suelen verse reflejados. Por otro lado, no
faltan los que afirman que echan de menos más medios para cortar
de raíz el inicio de los comportamientos machistas. Educar en
igualdad y potenciar el entendimiento de las relaciones en estas
edades suele dar muy buenos resultados porque evitan la prepotencia
de una de las partes, casi siempre la del chico, en detrimento de la
chica, que no siempre entiende desde el principio cuáles son
realmente las intenciones de convivencia de su compañero. Otras
opiniones matizan la participación que actualmente tiene la
Administración en general y los organismos que dependen de ellas en
tema de tanta trascendencia social, lo que ralentiza sus actuaciones
en detrimento de la urgencia de muchos de los casos de violencia. El
hecho de que el Ministerio de Sanidad y Servicios Sociales e Igualdad
haya decidido poner en marcha una aplicación para el móvil
especialmente diseñada para menores que puedan verse envueltas en
violencia de género ante el aumento de estos casos a los que hemos
hecho referencia, nos pone en el camino de la cordura en un tema que
muestra lo peor del ser humano y que por el momento sólo ha causado
dolor y muertes.
En
el ámbito de la violencia de género en general, en la que muchos
jóvenes participan como espectadores en el seno familiar, la
bolsa oculta de maltrato que por el momento sólo encontrábamos
entre las parejas consolidadas, la encontramos también entre los
jóvenes, quizá, dicen los técnicos, debido a que la dependencia
económica sigue siendo un obstáculo para que muchas mujeres acudan
a denunciar. Desde que la crisis implantó sus particulares leyes, la
mujer tiene la percepción de que contará con menos recursos
económicos y muestra su miedo a no poder alimentar o pagar el
colegio de los hijos, a lo que debemos
sumar los mensajes que reciben de parte de las instituciones sobre la reducción de ayudas.
sumar los mensajes que reciben de parte de las instituciones sobre la reducción de ayudas.
La
estadística controlada entre los meses de abril y junio de 2013 se
mantiene estable respecto a períodos anteriores. Concretamente,
un poco más del setenta por ciento de las denuncias fueron
presentadas por las víctimas, un catorce por ciento directamente
por la policía y el once por ciento procedentes de partes de
lesiones controlados en los hospitales y centros de salud. En cuanto
a las mujeres que renunciaron a seguir el proceso de denuncia
hecho sobre su pareja, nada menos que 3.961 expedientes se han
controlado solo este año, lo que representa un aumento de poco
más del cinco por ciento. Los jueces de violencia sobre la mujer,
por su parte, acordaron 4.891 órdenes de protección. Estos datos
son reales como la vida misma. Si con ellos hemos conseguido al
menos inquietarlos, sepan que concreamente ese es nuestro objetivo.