jueves, 24 de octubre de 2013

QUEJAS SOBRE LA SANIDAD PRESENTADAS ANTE LA DEFENSORA DEL PUEBLO

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Soledad Becerril, que es la actual defensora del pueblo, asegura que a lo largo de los últimos nueve meses han llegado a su poder 1.677 quejas de los ciudadanos ligadas todas ellas a la sanidad. Es evidente por tanto que este tipo reclamaciones, es decir, las referentes a la salud, son las que más aumento han presentado, ya que suponen casi un sesenta por ciento más que lo que se contabilizó el año pasado en este mismo período, en donde se controlaron 1.151. La defensora compareció el martes pasado en el Congreso de los Diputados y tuvo la oportunidad de detallar su gestión, avanzando que las quejas sanitarias representan casi el ocho por ciento de las denuncias y abarcan temas como la demora para entrar en el quirófano o el acceso a prestaciones y medicamentos. Según se desprende de su informe, se han recibido casi veintidós mil reclamaciones sobre todo tipo de asuntos y que suponen un diez por ciento más que el año pasado.

La defensora del pueblo no se ha detenido en detalles sobre las razones de las reclamaciones que los ciudadanos les han hecho llegar en el apartado de la sanidad, aunque sí ha asegurado que las quejas de éstos la han obligado a recomendar a varias autonomías, como es el caso de Castilla-La Mancha, Madrid, Extremadura, Cataluña, Baleares y Castilla y León, a que implanten medidas que alivien las listas de espera, que entiende exageradamente altas y que en algunos centros destacan en el apartado de las intervenciones quirúrgicas y las pruebas diagnósticas. Este tipo de quejas por las listas de espera para entrar en quirófano o someterse a algún tipo de control analítico, siempre tienen un peso importante en la totalidad de las quejas que anualmente recibe la institución que ella gestiona. De hecho, las reclamaciones de los ciudadanos reflejan una situación real, ya que el año pasado los días que los pacientes esperaban de media para someterse a una intervención pasaron de setenta y seis a cien sólo entre los meses de junio y diciembre, que son los datos que se desprenden de diferentes informes del mismo Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.

Siguiendo con los datos del año pasado, fue precisamente ese año en el que se controlaron un total de 1.759 quejas por asuntos sanitarios. El motivo central de todas ellas fueron los recortes efectuados en la sanidad. Además, también recopiló un gran número de reclamaciones sobre la reforma sanitaria del Gobierno, que en septiembre del 2012, recuerden, restringió el acceso de los inmigrantes sin papeles a los servicios sanitarios en las mismas condiciones que el resto de residentes. El hecho de que la mayoría de las quejas ciudadanas estén ligadas a la sanidad debía hacer recapacitar a los ejecutores sobre tan impopulares medidas en beneficio de una sociedad que sangra por todas partes y que de ninguna de las maneras es merecedora de ellas. Incluso aceptando que todos estos años se hayan estado pegando tiros con pólvora ajena, no es posible someter a tanto enfermo a las medidas restrictivas que se están implantando, porque debemos interpretar la realidad como que aún quedan muchas más por llegar.


Por el momento, las más destacables son el copago farmacéutico en farmacias y en los hospitales, la privatización de hospitales públicos, el desvío de enfermos a hospitales privados, la desasistencia económica a las personas que atienden a los dependientes, el despido de cientos de sanitarios de todo el escalafón, los desplazamientos de los enfermos en ambulancias, sobre todo los que están obligados, cada dos días, a hemodializarse, etc. De lo que esté por llegar por el momento no sabemos nada, pero nos tememos que no serán precisamente diferentes a las conocidas. Lo que sí sabemos es que la suerte está echada.