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La
Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento inicia una campaña
basada en el obligado control de los animales domésticos cuando
éstos se relacionan con las personas, asumiendo desde el principio
que las mascotas son muy importantes para la ciudad y que
precisamente por esto debemos cuidarlas y protegerlas, ya que para
que la convivencia sea ejemplar, fundamental será que cuidemos
también nuestra salud y nuestra higiene. Consecuentemente, si somos
propietarios de un animal de compañía debemos comprometernos a
pautas de comportamiento tan elementales como evitar cualquier tipo
de molestia a nuestros vecinos y a la comunidad, y a recoger sus
excrementos y depositarlos en los contenedores. Y todo, como reza el
eslogan de esta campaña, porque, lo queramos o no, somos
responsables.
Por
otra parte, si somos propietarios de un animal de compañía de raza
potencialmente peligrosa o agresiva debemos saber que estamos
obligados por ley a presentar en el Ayuntamiento la documentación
que permite su tenencia y propiedad. Al mismo tiempo, asumir que en
los parques y los jardines de la ciudad no está permitido el paseo
de animales de compañía por las zonas de césped, y que deberán
permanecer siempre atados y sujetos por su dueño, nos parece lo
mínimo que puede hacerse a favor de las personas y del propio
animal. De hecho, en nuestra ciudad existen varias zonas debidamente
acondicionadas para que estos animales pueden jugar y corretear
libremente, como son el parque de Colón, la zona de Ana María
Mogas, próxima al mercadillo; san Eufrasio, junto a la biblioteca
Antonio Machado; la avenida 16 de Octubre, frente a la piscina
cubierta, y la zona de Juan Sebastián Elcano, junto a Sanyrés. Es
aquí donde especialmente debemos mantener una vigilancia continuada
sobre los animales y retirar sus excrementos, que para tal fin
existen contenedores específicos.
Y
todo por nuestra salud, por la de todos y por la higiene y un mejor
aspecto de nuestra ciudad. Por lo tanto, si tenemos una mascota, lo
primero es cuidarla para que no provoque molestias a los demás. En
este punto quizá convenga saber que en nuestra ciudad existen
controladas tres mil doscientas mascotas entre perros y gatos, y que,
como propietarios, es nuestra obligación guardar las normas básicas
de convivencia, como es el caso de permitirles defecar donde les
parezca bien y no retirar sus excrementos, nunca dejarlos deambular
sueltos, etc. Y es que son muchas calles, muchos parques y jardines
los que presentan un pésimo estado debido a la interesada dejadez de
sus propietarios.
Y
todo porque nos estamos jugando nuestra salud y la de nuestros hijos,
que es un detalle que no debemos olvidar. Y que conste que no es una
frivolidad más y sí una realidad, ya que de todos es conocido que
las defecaciones de los animales pueden contener agentes nocivos para
nuestra salud y que éstas, si las pisamos, vienen con nosotros hasta
nuestra misma casa, en donde pueden desarrollar enfermedades
peligrosas, sobre todo para los más pequeños. Siendo sinceros, es
verdad que cada vez más comprobamos cómo entre la mayoría de las
personas que salen a pasear con sus animales existe una mayor
concienciación y que suelen recoger las defecaciones de sus
mascotas, pero aún nos queda mucho camino por recorrer.