jueves, 28 de noviembre de 2013

EL FÚTBOL ESPAÑOL Y SU MAYÚSCULA DEUDA

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Con la que ha caído y seguirá cayendo, lo que sabemos padecen muchas familias en España y algunas muy próximas a nosotros, parece que no existe más motivo de preocupación entre muchos de nosotros que el que dos de los futbolistas más emblemáticos e importantes del mundo, Mesi y Cristiano, estén lesionados o en baja forma. Sin embargo, en lo que parece no caemos es en que estos dos chicos se entretienen en llevarse a su cuenta particular cientos de millones de euros al año, la mitad porque así figura en su contrato, y la otra por anuncios televisivos y el patrocinio de las marcas que los han elegido como sus representantes. Es tal la cantidad de dinero que acumulan que de él podrán vivir unas cuantas generaciones de familiares sin necesidad de dar un palo al agua, lo que no sólo nos debería llamar la atención, sino que deberíamos de pedir un poco de sentido común. Pero que conste que estas dos figuras de fútbol no están solas, ya que no hace tanto el Real Madrid decidió abonar la cláusula del contrato de un joven inglés llamado Bale y tuvo que desembolsar nada menos que noventa millones de euros.

Que el mundo del fútbol es un caso aparte lo demuestra el hecho de que su deuda sume millones de euros, concretamente de los 38 clubes profesionales, incluidos los de primera y segunda, excepto Barcelona y Madrid y sus correspondientes filiales, es a 30 de julio de 2012, de 2.700 millones de euros. Sin ir más lejos, el Madrid tendría un pasivo de nada menos que 541 millones, que se desglosa en 115 millones adeudados a bancos y entidades de crédito; 127, a clubes; 143 para periodificación y provisiones y 156 más incluidos en el apartado de negocios, donde se incluyen salarios, compra de servicios y mercancías. En cuanto a por qué no se suman los dos grandes del fútbol español a estas cuentas, parece que se debe a que ambos clubes tienen una gran capacidad para generar recursos. No obstante, la deuda completa, sumados Madrid y Barcelona, asciende aproximadamente a 3.600 millones de euros.

Pero la cosa no queda aquí, ya que el dinero que adeudan a la Seguridad Social ronda actualmente casi diecisiete millones de euros, cifra a la que debemos sumar los más de 752 millones que les reclama Hacienda. Esto quiere decir que la deuda contraída por los clubes de fútbol de primera y segunda división con la Seguridad Social se ha incrementado un sesenta por ciento en el último año y medio, ya que ha pasado de poco más de diez millones a los dieciséis y medio a los que hemos hecho referencia. La consecuencia directa que podemos obtener de estas cifras tan ruinosas es que nuestro fútbol está al borde de la ruina. Es evidente que los clubes, no siempre soportados por manos limpias y profesionales, crearon su propia burbuja y aún están pagando el exceso, y con muy pocas posibilidades de recuperarse ni a corto ni a medio plazo.


Y todo bajo la anuencia de las cajas de ahorro, que les permitían gastar más de lo que ingresaban, adelantándoles dinero supuestamente a cuenta de los futuros ingresos por los derechos televisivos, y no menos de los diferentes Gobiernos, que les permitieron crecer la deuda con Hacienda hasta los setecientos millones de euros. Con el señuelo de las televisiones y el pago de los derechos televisivos por anticipado comienza todo. Naturalmente, el dinero fresco en el bolsillo de no pocos incompetentes ávidos de comisiones millonarias ayudó a que se lanzaran al mercado a fichar futbolistas por grandes cantidades y a caminar hacia la locura. De hecho, los economistas coinciden mayoritariamente en que la quiebra del fútbol español viene por la desproporción en el gasto de personal, desde la contratación de futbolistas y sus fichas hasta la proliferación de una nueva clase de ejecutivos en los clubes con retribuciones injustificadas.