miércoles, 27 de noviembre de 2013

EL MINISTERIO DE EDUCACIÓN Y LOS ALUMNOS DE DOCTORADO

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Desde el Ministerio más defenestrado de este Gobierno, es decir, desde Educación, nos ha llegado la noticia de la convocatoria que obligará a los profesores universitarios una especie de reciclaje para estar al día de las nuevas o retocadas asignaturas, que, por cierto, llega luego de una espera de meses y, además, en la línea habitual a la que este ministerio nos tiene acostumbrados, con nada menos que ciento cincuenta plazas menos que el año pasado. Consecuentemente, un nuevo enfrentamiento entre las partes implicadas que estamos convencidos aumentará el descontrol entre el profesorado y no menos la posibilidad de que este nuevo recorte sea rechazado en la calle.

De acuerdo con las directrices del Ministerio del señor Wert, estas ochocientas ayudas para contratos predoctorales tienen el objetivo de promover la formación en programas de doctorado de solvencia formativa e investigadora para aquellos que deseen orientar su actividad profesional hacia la docencia universitaria y la investigación, señalando además que los beneficiarios de estos contratos deben ser titulados con brillantes expedientes académicos que trabajarán en grupos de investigación de demostrada trayectoria investigadora. Por otra parte, destaca como una de las principales novedades de esta convocatoria el hecho de que por primera vez, la presentación de solicitudes y las comunicaciones con los solicitantes se harán por medios electrónicos para evitar confusiones. Así, y también por primera vez, se introduce la electrónica en la gestión y la presentación de las ayudas.

En cuanto a los sueldos o ayudas económicas que percibirán los contratados, consistirán en mensualidades de ochocientos sesenta y seis euros aproximadamente, más las pagas correspondientes, y por un período máximo de dos años. Los meses que correspondan a las dos últimos años, novecientos cincuenta y siete euros será el montante total que reciban al mes. Los que consigan sus contratos de formación de personal investigador, que fueron convocados el año pasado por el Ministerio de Economía, cobrarán casi mil euros desde el primer mes. Para tener derecho a estas ayudas, deberán aportar licenciatura o grado y un máster oficial, además de un óptimo expediente académico y premios, menciones o publicaciones científicas también como imprescindibles u obligatorias.

En cuanto a lo de cambiar becas por contratos, que desde siempre ha sido una exigencia fundamental en los aspirantes, y lo ha sido y lo es porque el contrato va acompañado del acceso directo a los derechos laborales de las personas que se encuentren en fase de la consecución del doctorado. No obstante, ha sido el recorte de los ingresos que a partir de ahora representa este programa lo que ha caído muy mal entre los candidatos. Concretamente, les llama la atención por incongruente que esta situación ocurra en un programa que se supone que quiere conseguir a los alumnos más cualificados como investigadores predoctorales y que con toda seguridad acabarán siendo el lógico relevo de los actuales profesores universitarios. De acuerdo con las quejas más extendidas entre este colectivo, su convencimiento de que estarán obligados ser testigos de una situación ilógica, ya que convivirán con investigadores predoctorales que realizarán trabajos de parecido contenido y en el mismo centro, aunque percibiendo unas mensualidades de más de dos mil euros menos durante los dos primeros años.


El Ministerio de Educación añade que es en esta misma convocatoria donde se ofrecen quinientas ayudas para cortas estancias en el extranjero y cuarenta traslados temporales, además de dinero extra para el pago de las matrículas de los programas de doctorado. En total el programa está dotado con sesenta y cinco millones de euros, lo que supone, de acuerdo con el Ministerio, un incremento de casi el ocho por ciento con respecto al año anterior.