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Desde
el Ministerio más defenestrado de este Gobierno, es decir, desde
Educación, nos ha llegado la noticia de la convocatoria que obligará
a los profesores universitarios una especie de reciclaje para estar
al día de las nuevas o retocadas asignaturas, que, por cierto, llega
luego de una espera de meses y, además, en la línea habitual a la
que este ministerio nos tiene acostumbrados, con nada menos que
ciento cincuenta plazas menos que el año pasado. Consecuentemente,
un nuevo enfrentamiento entre las partes implicadas que estamos
convencidos aumentará el descontrol entre el profesorado y no menos
la posibilidad de que este nuevo recorte sea rechazado en la calle.
De
acuerdo con las directrices del Ministerio del señor Wert, estas
ochocientas ayudas para contratos predoctorales tienen el objetivo de
promover la formación en programas de doctorado de solvencia
formativa e investigadora para aquellos que deseen orientar su
actividad profesional hacia la docencia universitaria y la
investigación, señalando además que los beneficiarios de estos
contratos deben ser titulados con brillantes expedientes académicos
que trabajarán en grupos de investigación de demostrada trayectoria
investigadora. Por otra parte, destaca como una de las principales
novedades de esta convocatoria el hecho de que por primera vez, la
presentación de solicitudes y las comunicaciones con los
solicitantes se harán por medios electrónicos para evitar
confusiones. Así, y también por primera vez, se introduce la
electrónica en la gestión y la presentación de las ayudas.
En
cuanto a los sueldos o ayudas económicas que percibirán los
contratados, consistirán en mensualidades de ochocientos sesenta y
seis euros aproximadamente, más las pagas correspondientes, y por un
período máximo de dos años. Los meses que correspondan a las dos
últimos años, novecientos cincuenta y siete euros será el montante
total que reciban al mes. Los que consigan sus contratos de
formación de personal investigador, que fueron convocados el año
pasado por el Ministerio de Economía, cobrarán casi mil euros desde
el primer mes. Para tener derecho a estas ayudas, deberán aportar
licenciatura o grado y un máster oficial, además de un óptimo
expediente académico y premios, menciones o publicaciones
científicas también como imprescindibles u obligatorias.
En
cuanto a lo de cambiar becas por contratos, que desde siempre ha
sido una exigencia fundamental en los aspirantes, y lo ha sido y lo
es porque el contrato va acompañado del acceso directo a los
derechos laborales de las personas que se encuentren en fase de la
consecución del doctorado. No obstante, ha sido el recorte de los
ingresos que a partir de ahora representa este programa lo que ha
caído muy mal entre los candidatos. Concretamente, les llama la
atención por incongruente que esta situación ocurra en un programa
que se supone que quiere conseguir a los alumnos más cualificados
como investigadores predoctorales y que con toda seguridad acabarán
siendo el lógico relevo de los actuales profesores universitarios.
De acuerdo con las quejas más extendidas entre este colectivo, su
convencimiento de que estarán obligados ser testigos de una
situación ilógica, ya que convivirán con investigadores
predoctorales que realizarán trabajos de parecido contenido y en el
mismo centro, aunque percibiendo unas mensualidades de más de dos
mil euros menos durante los dos primeros años.
El
Ministerio de Educación añade que es en esta misma convocatoria
donde se ofrecen quinientas ayudas para cortas estancias en el
extranjero y cuarenta traslados temporales, además de dinero extra
para el pago de las matrículas de los programas de doctorado. En
total el programa está dotado con sesenta y cinco millones de euros,
lo que supone, de acuerdo con el Ministerio, un incremento de casi el
ocho por ciento con respecto al año anterior.