Por
los acontecimientos que se han desarrollado a lo largo del mes que
despedimos hoy, es evidente que no se ha ido de rositas. Muy al
contrario, nos deja tocados por la consecución de casos concretos,
con varios fallecimientos y no menos accidentes que hemos controlado
en los treinta y un días que tiene marzo. Tampoco lo ha sido en el
apartado meteorológico, en el que se han contabilizado todo tipo de
fenómenos naturales que tampoco nos han dejado indiferentes. En
economía, que es con diferencia la situación que más compartimos,
parece que ha dejado a abril la posibilidad de que se produzca algún
cambio significativo, como sería el caso, por ejemplo, de que una
vez que hemos conseguido no sin esfuerzo situar el déficit, que por
cierto bastante nos importa a nosotros y que tanto daño nos ha
hecho, que nos exigía Bruselas, agradeceríamos que desde el
Gobierno tuvieran un detalle y nos premiaran con medidas que
aliviaran nuestra maltrecha economía y que generaran algo de
ilusión, porque de eso, como en el dinero, también estamos en las
últimas.
Por
cierto, ya que la cosa va de quejas y decir verdades, no es de recibo
que el ministro Cañete, a la sazón el hombre fuerte del Ministerio
de Medio Ambiente, le diga a los suyos en un mitin que, si votan
mayoría al Partido Popular en las europeas, le darían a Rajoy una
gran alegría luego del esfuerzo que ha realizado para recuperar la
economía española. Y no lo estamos por lo mismo que hemos dicho
antes: que si alguien ha hecho verdaderos esfuerzos y sufre y padece
la mayor crisis que este país ha vivido a lo largo de los años de
democracia que hemos acumulado, evidentemente no ha sido el
presidente del Gobierno y sí la ciudadanía, que ha sido la
crucificada, la maltratada y la que de verdad sabe lo que es una
crisis. Los demás, pues ya se sabe: pueden solidarizarse, compartir
la pena por lo que ven y todo lo que ustedes quieran, pero ellos
reciben su soldada mensualmente, que es mucho dinero para los tiempos
que corren, sin ir más lejos.
De
hecho, si han tenido ustedes la oportunidad de estar al día de las
noticias más relevantes de este fin de semana, sabrán que Cáritas
española y su homónima europea han confeccionado un riguroso
trabajo sobre la pobreza en el Viejo Continente, y muy especialmente
sobre la situación de los niños, y han llegado a la conclusión de
que dos millones de ellos pasan hambre en nuestro país.
Naturalmente, nuestro paisano Montoro, ministro de las cosas de
recaudar dinero en España, no solo ha menospreciado el dato, sino
que, por ponerle alguna guinda al asunto, le ha calificado, sin red
ni nada a lo que agarrarse para amortiguar las consecuencias de una
caída libre, de mentira. Y se ha quedado tan tranquilo. Quizá todo
se deba a que fue informado de este detalle, es decir, de que dos
millones de niños en nuestro país pasan hambre, justo en el momento
en el que, en rueda de prensa, informaba a España entera de que
habíamos superado el déficit que nos exigía Bruselas en nada menos
que una décima.
Serán
cosas de los políticos o lo que ustedes quieran, pero el horno no
está precisamente para bollos y mucho nos tememos que o cuidan y
miden desde el Ejecutivo sus palabras o no tardaremos en comprobar
que son millones los que no están dispuestos a que, encima de todo
lo que están padeciendo, con situaciones extremas y escasísimas
ayudas gubernamentales, estén obligados a soportar mensajes de este
tipo.