
El
hecho de que los dos grandes partidos hayan perdido casi cinco
millones de votos y que, consecuentemente, se haya roto el
bipartidismo, esta definición se ha convertido con diferencia en la
más utilizada luego de las elecciones desarrolladas ayer. Por lo
tanto, no desesperen porque la frase en cuestión ha venido para
quedarse unos días y estamos convencidos de que será muy
compartida, especialmente por los representantes de los partidos
ganadores, que no solo están satisfechos por haber obtenido
representación en el parlamento europeo, sino por el aumento de sus
partidos o coaliciones, y muy especialmente porque, como les hemos
dicho, se ha roto el bipartidismo en nuestro país. Lo nuestro, que
es mucho más sencillo, nos lleva a deducir que, efectivamente, han
sido unas elecciones que en algunos casos las podemos calificar como
raras, y que tanto el Partido Popular como el Socialista han sido
corregidos por sus militantes de la única forma que les es posible,
es decir, negándoles el voto. En el caso de Andalucía es evidente
que se ha producido todo lo contrario, especialmente con el PSOE, ya
que ha sido consolidado con casi diez puntos por encima del Popular.
Dicen los analistas que lo de nuestra comunidad se debe al cambio de
líder que gestiona el partido, responsabilizando del éxito a Susana
Díaz.
Naturalmente,
lo que se espera de los dos partidos de toda la vida democrática que
llevamos recorridos es que valoren con toda sinceridad sus resultados
y que de las reuniones que deberán convocar salgan nuevas políticas
que tengan más en cuenta a la ciudadanía, porque si algo se puede
deducir del resultado electoral sin temor a errores de bulto es que
tanto el PSOE como el PP han tocado fondo. Por otra parte, destacar a
Izquierda Unida en todo el país, que ha visto aumentar
significativamente los resultados de las elecciones europeas del
2009, lo mismo que le ha ocurrido a Unión, Progreso y Democracia de
Rosa Díez y otros partidos menores, aunque con diferencia el que más
impacto electoral ha tenido ha sido el liderado por Pablo Iglesias.
PODEMOS ha sido el gran triunfador si tenemos en cuenta que solo
estaba en el cartel electoral desde hacía cuatro meses y que el
número de parlamentarios que ha obtenido no solo les servirá a
ellas y ellos para llevar a cabo sus políticas sociales, sino que ha
supuesto un varapalo a los dos grandes partidos que estamos
convencidos les servirán como excepcional argumento en el que basar
sus reflexiones.
La
tendencia del voto en España, siempre según los entendidos en la
materia, parece que quiere asentase en parámetros más sociales, y
los que aseguran que el movimiento 15-M está dando sus primeros
resultados no parece que vayan muy equivocados. No obstante, que el
voto general haya dado un giro hacia la izquierda no convencional
debe entenderse como la respuesta más sincera que han encontrado
millones de ciudadanos para reclamar lo que entienden que es suyo y
que no es otra cosa que la pérdida de todo lo que hasta la llegada
de la crisis creían suyo porque lo habían ganado a base de
esfuerzos y no menos sufrimientos. Con todo, si lo ocurrido en estas
elecciones europeas en nuestro país sirve para que mejoren las
condiciones de los millones de españoles que se han quedado sin
futuro, algo se habrá conseguido. De hecho, este ha sido el mensaje
de los partidos minoritarios durante toda la campaña: afirmar que se
puede, que son posibles otras políticas y que el futuro está por
construir.
Desde
nuestro modesto punto de vista, entendemos que a partir de ahora se
inicia un nuevo período en el que las decisiones de unos y los
planteamientos de otros serán de mayor utilidad para la totalidad de
la ciudadanía. Como aseguran los especialistas en estos análisis,
si tenemos en cuenta que las elecciones nacionales, autonómicas, y
municipales están al caer, mucha prisa deberán de darse en
solventar sus particulares problemas todas las fuerzas políticas si
quieren mantenerse como están. El resultado electoral de ayer ha
sido como un toque de atención para que reconducir situaciones que
por el momento solo han pagado los mismos de siempre. Y estas
situaciones, o se comparten, o se rompen todos los pactos y las
barajas que nos encontremos en el camino.