
Con
la celebración este fin de semana de la romería chica en honor de
nuestra patrona, Andújar ha tenido oportunidad una vez más de
postrarse a sus pies y mostrarle la pleitesía y el fervor que Ella
merece. Naturalmente, el buen tiempo ha sido determinante para que la
podamos calificar de éxito completo, ya que romeros, peregrinos,
caballistas y demás fieles que se han desplazado hasta la
basílica-santuario, han tenido en la meteorología una aliada
excepcional que les ha permitido disfrutar y vivir este encuentro
como merecen. Al fin y al cabo, lo de acudir en busca del favor de la
Virgen de la Cabeza, se decida la fórmula de desplazamiento que se
decida, siempre es un esfuerzo que no todos llevan con comodidad,
aunque en este detalle veamos la manera más limpia y fervorosa de
acercarse a su camarín.
La
romería chica es con diferencia la más nuestra, la que nuestra
ciudad vive y disfruta con toda intensidad, la que reúne en su
templo a devotos convencidos de que es la mejor manera de despedirse
de la patrona hasta la próxima cita en el mes de abril. Cientos de
caballistas, miles de poseedores de pies y piernas de hierro
recorriendo el camino de herradura, todo tipo de vehículos a motor y
otros protagonistas han vivido este fin de semana un nuevo encuentro
en el que han tenido oportunidad de confirmar sus promesas. Tampoco
han faltado aquellos que decidieron estos últimos años no
incorporarse a la marea humana que se concentra el último fin de
semana de abril a los pies de la Morenita. Según ellas y ellos, se
comparte la devoción con menos personas, lo mismo que ocurre cuando
de lo que se trata es de disfrutar del entorno. Tampoco faltan los
que ascienden al santuario llegados desde diferentes zonas
geográficas, que eligen la romería chica para evitar no solo los
habituales embotellamientos que se dan en la carretera y en el
camino, sino que eluden las tasas que se deben abonar en la gran cita
mariana y romera de abril. Por eso hacíamos referencia al inicio a
la importancia que ha tenido la meteorología, puesto que ha
permitido a los desplazados que se quedaron a pasar la noche hacerlo
con una temperatura ambiental soportable y el resto del día sin los
agobios propios de este verano adelantado que estamos viviendo.
El
asunto de las tasas, como hemos tenido oportunidad de comprobar en
persona dialogando con algunas de las visitantes que se habían
desplazado desde ciudades limítrofes, sigue siendo un asunto que no
acaba de asumirse como algo consustancial con la romería, y que
recordemos representa un gasto de mucha importancia para las arcas
municipales, y que desde el Ayuntamiento se entendió que debía
compartirse entre quienes acuden a la romería. Dicho esto, que este
año también se ha notado que han sido miles las personas que se han
quedado en casa viendo la romería a través de las imágenes
televisivas y la información de la radio, es algo compartido por los
habituales y que entendemos debía preocupar a quienes forman parte
de la organización de este evento mariano que tanto nos define
frente al resto del mundo. Ejemplos más que de sobra tenemos a
nuestro alrededor, sin embargo, en los que los gastos de este tipo de
convocatorias, que en todos los casos se pueden calificar de
desproporcionados, son compartidos entre la organización y los
asistentes, y actualmente no suponen freno alguno casi para nadie.
Y que
conste que no se trata de estar o no de acuerdo y sí de ser
realistas ante una convocatoria tan masiva que viene demandando,
desde hace muchos años, instalaciones de todo tipo que permitan a
los romeros pasar unas horas en un entorno seguro, cómodo y dotado
de los servicios mínimos que el sentido común y también sus
mínimas necesidades exigen.