
De
nuevo en fin de semana. En esta ocasión coincide con final de mes,
que ya saben despedimos mañana sábado. Entramos por tanto en junio,
un período en el que son muchas las personas que usan de su derecho
vacacional y los perderemos de vista hasta pasados unos días. Y así
será en los venideros julio y agosto, aunque éstos sean los que
realmente mueven a quienes pueden disfrutar de su tiempo de ocio y
los que más gentes atraen a los habituales puntos de encuentro en
fechas tan señaladas, muy especialmente junto a la playa. Es allí
donde se congregan miles de personas y, consecuentemente, sus
vehículos; es allí donde más problemas vamos a tener con nuestro
coche, al que no pocos se verán obligados a dejar aparcado en donde
puedan, y nunca mejor dicho, y casi abandonarlo hasta el día de la
vuelta, porque una vez dispones de un lugar para tu coche, uno de tus
grandes problemas se ha acabado. Eso sí, ni moverlo. Perder un
aparcamiento en zona de playa en julio o agosto es lo mismo que
generar una situación de complicada solución.
Si
este es nuestro destino y este nuestro problema, es decir, que
debemos dejarlo en la calle o incluso en un aparcamiento vigilado al
aire libre o el del propio apartamento, atención porque antes
habremos tenido en cuenta la fuerza con la que el salitre ataca a la
pintura de nuestro vehículo si no queremos volver con ella dañada.
Y no crean que es algo difícil; al contrario, como encuentre un roce
significativo ese será el lugar por donde pasará como por su casa y
se encargará de comerse todo lo que encuentre por delante. Y lo peor
no es que superficialmente la dañe, sino la labor que lleva a cabo
por donde no se ve, que es precisamente donde finalmente nuestro
chapista tendrá que esforzarse por recuperarla. Con esto queremos
decirles que están a tiempo de acudir al profesional de su confianza
en busca de su asesoramiento y revisión para que con tiempo detecte
un defecto en la carrocería que, una vez en zona de mar, no tenga
mayores consecuencias.
Por
otra parte, teniendo en cuenta que la detención del vehículo va
para largo y que no tienen intención de moverlo, cuiden su imagen,
porque llama mucho la atención un coche con aspecto de abandonado y
precisamente a los amigos de lo ajeno, que andan de un lado para otro
en busca de ingenuos que confían en que a ellos no les pasará. De
vez en cuando elimine la suciedad de los cristales y mejore la imagen
que le suele quedar luego de las noches húmedas de esas zonas.
Además, observen al aparcarlo si de su vehículo caen gotas de
aceite; comprueben si al día siguiente lo sigue haciendo y, de ser
así, no tarden en acudir a un mecánico porque algo va mal en el
motor. Sería muy peligroso para la vuelta. De hecho, en el momento
en el que el testigo del aceite del motor o el ordenador de su
vehículo le informe de que se detenga, hágalo inmediatamente.
Señalice convenientemente y póngase en contacto con la grúa que su
seguro tendrá contratada. Y espere sin salir del vehículo; y si lo
hace, especialmente porque tenga que situar a la distancia adecuada
los triángulos, recuerde que deberá llevar el chaleco obligatorio.
Por
supuesto, no tenemos ningún interés en chafarle a usted el viaje y
menos las vacaciones, pero como estas cosas pueden pasar cuando menos
te las esperas, nada mejor que alguien te recuerde detalles
aparentemente insignificantes que pueden acabar dándote un disgusto.
En realidad se trata simplemente de ser cuidadosos y no dejar para
otro momento lo que podría ser una avería de importancia que nos
puede dejar tirados en la carretera. Mientras, feliz fin de semana.