miércoles, 25 de junio de 2014

ATENCIÓN CON LOS ROBOS DOMÉSTICOS EN VERANO

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Tómense el comentario de hoy con toda la calma que quieran, pero no lo dejen de lado. Y no deben hacerlo porque se trata de su seguridad, de que mantengan intacto su mucho o poco patrimonio, especialmente el que guardan en su piso o vivienda. Y lo compartimos con ustedes porque, al mismo tiempo que muchos de nosotros iniciaremos nuestras merecidísimas vacaciones, otros, los que dedican su tiempo e intenciones a robar todo lo que puedan, harán todo lo contrario, es decir, que no descansarán ni de día ni de noche hasta conseguir su botín. Para eso llevan mucho tiempo observando las idas y venidas de los propietarios o vecinos de las viviendas que han escogido, y solo esperan el momento en el que entrar y llevarse lo que de valor encuentren en el camino. En su ánimo e intención está el realizar el robo sin nadie en la vivienda, pero tampoco crean que les importa mucho. Por lo tanto, ni se les ocurra enfrentarse a ellos; esta tarea deben dejarla en manos de profesionales y éstos los encontramos en las fuerzas del orden, es decir, policía nacional, guardia civil o policía local, que están especialmente preparados para enfrentarse a malhechores que tienen casi todo perdido y a los que no les importa llevarse por delante la vida de alguien.
 
De hecho, estén atentos a sus consejos. Precisamente porque han sido preparados para cuando les lleguen denuncias de este tipo y porque conocen con rigurosa certeza cuáles son sus maneras, cómo actúan y qué peligro tienen, atender los consejos que habitualmente difunden tienen como único objetivo el que seamos prevenidos y no caigamos en el error de pensar que no somos objetivo de nadie, además de ser una buena medida y nada dificultosa. Se trata, por ejemplo, de cuidar la imagen exterior de nuestro piso o casa, o sea, que si nos vamos de viaje o de vacaciones, mantengan el aspecto más parecido a cuando está ocupada, desde las ventanas, la ropa tendida, las luces y, eso sí, no divulgar entre el vecindario e incluso la familia que abandonamos la vivienda por unos días. Como ven, se trata de una defensa elemental, nada complicada y de resultados muy positivos. Son más, por supuesto, pero no hemos querido entrar en detalles porque tampoco creemos necesario adentrarnos en pormenores. En cuanto al resto de intentos de robo que nos acorralan a diario, especialmente los que pretenden engañarnos con las gomas del butano, o con que la seguridad social nos quiere regalar alguna paga inesperada, o con el banco o con el ayuntamiento… atención, porque ni son pocos ni muchos de ellos no se consiguen, que entre nosotros hay gente para todo. Quién iba a imaginar que el timo de la estampita todavía se mantiene vivo, y sin embargo ahí está, fresco como el primer día.
 
Lo que no debemos perder de vista es el hecho de que estas personas no tienen otra cosa que hacer que no sea la de robar, y para eso se preparan concienzudamente e invierten cientos de horas en los diferentes planteamientos que luego desarrollan para entrar y salir en las viviendas con el máximo botín y con el mínimo riesgo. Ese es su empleo y él dedican las horas que necesite hasta que consiguen la especialización que exige, desde la puesta en escena, la vestimenta, la forma de expresarse, el material necesario y la presencia. Todo es importante. Y como de lo que se trata es de ganarse la confianza del que finalmente será atracado, usarán la experiencia que acumulan en caer bien y que confíen en ellos para que de esta forma no le pongan cortapisas que le frenen o aborten el robo. Cuiden por lo tanto todos los detalles y sigan los consejos de quienes saben de todo esto mucho más que nosotros. Finalmente, nunca se enfrenten a ellos. El teléfono 112 les ayudará a solventar la situación y el resultado será positivo. Hoy, tal y como están las cosas, ser desconfiados puede servirnos de mucho.