martes, 17 de junio de 2014

DOS MILLONES Y MEDIO DE NIÑOS MALNUTRIDOS

Imprimir

Lo queramos o no, el tema del hambre entre los niños españoles, o si quieren los mal nutridos, porque no todos sufren la crisis económica de la misma forma, se ha convertido en un asunto recurrente y no solo entre el mundo de la información, porque actualmente son miles las personas que se mueven en este submundo en busca de soluciones o de un plato de comida imprescindible para los menores que sufren su particular calvario alrededor de la crisis económica. Que volvamos a plantearles esta realidad se debe a que camina con fuerza hacia el aumento del número de niños detectados con esta malnutrición. Han pasado de dos millones en los meses de diciembre a enero a medio millón más en la actualidad. Los datos los aportan las diferentes organizaciones empeñadas en acabar con esta lacra o vergüenza, como ustedes prefieran, porque entenderán que en un país como el nuestro se produzca esta anomalía social, ni se entiende ni se puede justificar. Los que lo están consiguiendo, y sin el aplauso del resto, porque encima son criticados, como es el caso de Andalucía, ya han dado un paso adelante en favor de mantener durante los meses de verano los comedores escolares abiertos con este fin, es decir, dar de comer de manera correcta y equilibrada a los chavales que lo necesitan.

 Lo que tenemos enfrente y a lo que debemos atender de manera urgente no es otra cosa que evitar que los niños españoles pasen estrecheces a la hora de comer. De por sí se trata de una incongruencia social de gran relevancia precisamente cuando vemos los gastos que hacen los diferentes gobiernos regionales y el propio Estado, a los que no les importa, o al menos es lo que parece, poner dinero en temas más frívolos o intrascendentes si lo prefieren, y se dejan necesidades primarias como es la comida diaria de los menores envueltos en las demandas de sus familias, muchas de las cuales han perdido toda posibilidad de encontrar un empleo que les permita vivir con dignidad atendiendo sus necesidades mínimas, entre las que se encuentran las tres comidas diarias, especialmente en el mundo infantil, que es el que necesita de la aportación de nutrientes imprescindibles para su desarrollo. De hecho, los especialistas en Medicina Infantil no tardaron en lanzar un mensaje a la sociedad con sello de urgencia poniendo especial énfasis en las taras que es posible que muchos de ellos presenten conformen vayan cumpliendo años debido, como decimos, a la falta de nutrientes esenciales para el crecimiento. Ahora lo han vuelto a repetir convencidos de que las autoridades responsables están perdiendo el tiempo en diatribas absurdas mientras lo que de verdad importa es el futuro de los niños.

 A todo esto, si asisten habitualmente a la información que más interesa, verán que no faltan a este circo comunidades, o mejor los responsables de éstas, que no han tardado en afirmar que los comedores escolares que están bajo su tutela no abrirán los meses de verano con este fin. Las razones que dan no tienen desperdicio, porque tratándose de las primeras autoridades de sus respectivas comunidades, por cierto, todas las que están en contra de esta decisión son del Partido Popular, aseguran que la imagen que darán al exterior no será la mejor para el interés de su región. Por lo tanto, parece claro que las razones que esgrimen están ligadas a la imagen; lo de si los niños comen o no es algo que queda relegado al fondo del pasillo a la espera de que mejore su situación familiar para conseguir vitaminarse como merecen y necesitan para su evolución física y psíquica.


A nosotros, frontalmente en contra de este tipo de políticas y con la vergüenza que supone la situación de los menores en un país del que sus máximos representantes juran y perjuran que ya hemos salido de la crisis y que nos encontramos en situación de despegue real, lo que nos preocupa es que en el camino de la recuperación nos vayamos dejando asuntos de este calado.