Después de una semana intensa como pocas, porque recordemos que tenemos nuevo rey y que su toma de posesión ha necesitado de cientos de horas de programación en todos los medios de comunicación, y que la selección española no ha tenido suerte y se ha quedado en el camino justo cuando se iniciaba el campeonato, les confirmamos que ha sido intensa lo miremos desde la perspectiva que queramos, porque habrá dado lo mismo que lo hiciéramos como profesionales del medio o como simples espectadores. Y es que, claro, no siempre se tiene la oportunidad de asistir a un evento de la importancia política del cambio de un jefe del Estado. Es evidente que se ha tratado de una situación crítica a la que no le ha faltado el apoyo de buena parte de la ciudadanía y todo lo contrario, porque todos hemos asistido a la petición de república que se ha extendido por todo el país. Aún quedan ecos más que de sobra para que durante una época no nos falten imágenes y papel couché que dedicarles a los nuevos regidores, especialmente en vacaciones y en visitas y viajes para presentarse como los recién estrenados reyes de España. Por lo tanto, los que gusten de estos reportajes, tranquilos porque tiempo tendrán de cansarse o de disfrutarlos.
Los que sí han comenzado su particular cuenta atrás para el bien ganado descanso estival es la comunidad educativa, educadores y educandos, muchos de los cuales ya tienen la suerte de compartirlas en paz y tranquilidad, y que no son otros que los que han cumplido con sus propios retos y han terminado su compromiso escolar con suficiencia. Luego estarán los otros, aquellos que no han tenido tanta suerte o que no le dieron importancia al tiempo, y han caído en su propia trampa, es decir, los que tendrán que vérselas en septiembre con quienes valorarán y calificarán su esfuerzo. Comienza por tanto el tiempo de las piscinas públicas, porque las particulares están usándose desde hace semanas, que le imprimen a la ciudad un aire veraniego muy peculiar, especialmente por el ir y venir de los usuarios en busca de la playa de interior que tenemos más a mano. A partir de ahora echaremos de menos a los escolares, a su presencia por nuestras calles a la entrada y salida de los centros, a sus cánticos, cuando no gritos, en los recreos que tanto los definen y a un menor número de vehículos en estos horarios. También les cambia la vida a los padres, que a partir de ahora tendrán que contar con ellos desde primeras horas de la mañana. Por supuesto, notaremos enseguida cómo el éxodo que pone en camino a las miles de personas hacia las viñas dejará la ciudad más solitaria, con más espacio para repartir y con un silencio que gusta disfrutar.
A nosotros, de hecho, nos pasará igual pronto, ya que el próximo día 30 será el último en el que este espacio se emitirá, dando paso a la programación habitual de verano. Ocurre todos los años, lo mismo que la vuelta, que se producirá justo después de la feria septiembre. Nuestra intervención decae al mismo tiempo que la actividad política. Conforme el verano se va estabilizando, la clase política e incluso nuestras demandas y necesidades parece que pasan a un segundo plano, y esta situación nos deja sin argumentos que compartir. Por supuesto, como ocurrirá con los informativos, seguiremos en el camino de compartir todo lo noticiable, pero con menor intensidad por las razones expuestas. Pero como para que el día 30 nos retire circunstancialmente del inicio del informativo de las trece horas aún queda, nos ocuparemos de que por el momento todo siga igual y la información en todas sus vertientes les siga llegando con total fluidez.
