viernes, 19 de septiembre de 2014

NUEVAS MEDIDAS PARA CONTROLAR LA VELOCIDAD MÁXIMA

Imprimir

Como venimos informando desde hace tiempo, no aceptaremos las quejas que nos puedan llegar sobre el asunto que les traemos hoy para su reflexión. De acuerdo con la actual política de la Dirección General de Tráfico, que no tiene otro objetivo que la reducción de las actuales cifras de mortalidad en las carreteras, un nuevo giro de tuerca hemos controlado, y en esta ocasión sin avisar, que es lo que molesta y lo que ha encendido a más de un usuario. El asunto es que los radares fijos y móviles han dejado de ser condescendientes con la velocidad a la que se activaban hasta hace unas semanas y a partir de ahora ésta se limitará a la tolerancia del más-menos del propio velocímetro, es decir, que si hasta ahora el fotocontrol saltaba cuando el vehículo lo rebasaba a más de 135 kilómetros por hora, a partir de ahora lo hará a los 128, una reducción significativa que, como hemos dicho, no ha sido anunciada como medida de gracia para evitar el aluvión de denuncias y posteriores sanciones que han sido expedidas por parte de la Dirección General. Y si el límite y su control lo colocamos en la máxima autorizada, es solo como ejemplo, porque en todos los controles, tanto fijos como móviles, la velocidad será la que marquen las señales y las propias vías.

A partir de ahora, por tanto, atención porque nos la jugamos. Hasta ahora, los 130-135 kilómetros por hora no nos los quitaba nadie cuando circulábamos por autopista o autovía, y nadie puede asegurar sin temor a equivocarse que haya sido la causa directa de la mayoría de los accidentes, pero así están las cosas; y recuerden que donde manda patrón el marinero solo tiene la opción de acatar las órdenes de sus superiores. Por si no lo saben, que lo dudamos porque intuimos poseen amplios conocimientos de la conducción y de sus vehículos, que los velocímetros de los automóviles aceptan tolerancias hacia arriba y abajo y que no siempre el fabricante puede asegurarnos con total fiabilidad cuál es la del nuestro. Tráfico lo que ha hecho ha sido utilizar la velocidad máxima autorizada para colocar en ese límite el automatismo de los radares, por lo que superar los 128 kilómetros por hora puede representar una denuncia inmediata. Cierto que no supone la retirada de puntos ni la sanción superará los cien euros (siempre que no se trate de intersecciones o de centros urbanos, porque entonces se valorará desde otra perspectiva), pero sí que es una lata y que nos obliga, sobre todo a los usuarios que no dispongan de control de velocidad en sus vehículos, a estar más pendientes de no superar los máximos establecidos que de conducir.

Por otra parte, ¿por qué no han tenido la deferencia de avisar con algo de tiempo? ¿De qué se quejan luego en la Dirección General, de que no se justifica ni se agradece su trabajo? ¿Debemos entender que se ha tratado de recaudar euros a sangre para un Gobierno endeudado hasta las cejas? Ustedes valoren la situación como crean más adecuado, pero nosotros no acertamos a entenderla, y más si tenemos en cuenta que este tipo de decisiones oficiales deben ser dadas a conocer obligatoriamente por parte del organismo que las altere para eludir situaciones evitables y costosas. Así, los habituales en las carreteras y cruces que hasta ahora los sobrepasan por encima de la velocidad permitida y sabían que no los denunciarían, estos días están recibiendo todas las de las dos semanas anteriores, por lo que la acumulación de denuncias ha acabado con su paciencia y se han puesto en manos de las empresas y asociaciones especializadas en la defensa de los usuarios en busca de algo de compasión de quien ha demostrado en infinidad de ocasiones que ni la conoce.