martes, 30 de septiembre de 2014

¿QUÉ SABEMOS DEL TRASPLANTE DE MÉDULA ÓSEA?

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Evidentemente, la falta de información y no menos los prejuicios propios de lo que se desconoce y se teme, han contribuido hasta ahora a que los donantes de médula ósea sean escasos, aunque en los últimos años han aumentado significativamente.  De hecho, de acuerdo con los datos que poseemos, actualmente en España, entre más del ochenta por ciento de los adultos y en el noventa y cinco por ciento de los niños, nos encontremos con un donante que no sea familiar del enfermo. En cuanto a los trasplantes de células madre sanguíneas realizados en nuestro país en 2012, que alcanza cifras históricas, fue de 2.672.  De ellos, 476  proceden de donante no familiar, más concretamente 324 son de donantes de médula ósea y sangre periférica, y 152 de unidades de sangre de cordón umbilical. El resto son trasplantes en los que las células madre sanguíneas proceden del mismo paciente, lo que se conoce como trasplante autólogo, o de un familiar, es decir,  alogénico emparentado. Entre 2005 y 2011, este tipo de intervenciones se han incrementado en España en casi un cuarenta por ciento.  Precisamente los que más han crecido han sido los trasplantes de donante no familiar, que se han multiplicado por tres en los últimos siete años, y que animan a la coordinadora nacional de trasplantes a mantener la actual política de información.

 En cuanto a la donación como tal, ésta se realiza extrayendo con una jeringuilla una pequeña cantidad de sangre medular de la parte posterior del hueso de la cadera. La obtención de células madre de sangre periférica requiere administrar 4 ó 5 inyecciones subcutáneas de unas sustancias denominadas factores de crecimiento hematopoyético, que hacen que las células madre de la médula ósea pasen a la sangre. Esta donación no requiere anestesia y se realiza en el hospital especializado más cercano al domicilio del donante. Respondiendo a la pregunta más generalizada entre los que se aproximan a la donación, esta no es otra que si tiene riesgo para él, por lo que conviene aclarar que la donación de médula ósea no conlleva otro riesgo que el de la anestesia. Tras la extracción puede existir un ligero dolor residual en la zona de punción que desaparece a los pocos días de la donación. En la donación de progenitores de sangre periférica el único efecto secundario relevante es el dolorimiento generalizado de huesos y músculos (como el de la gripe) que pueden producir los factores de crecimiento hematopoyético, y que desaparece en pocos días. El riesgo derivado de la obtención de estos progenitores es prácticamente nulo. Otra pregunta recurrente es si la donación está pagada o no, y para estos se les recuerda que no, que el donante no recibe ninguna compensación económica.

Lo que sí nos conviene saber es que la médula ósea, junto con la sangre del cordón umbilical, que es un tejido rico en células madre sanguíneas, son fundamentales para que muchas personas que padecen leucemia u otras hemopatías malignas dejen de padecerlas. En el resto de los casos, es decir, en tres de cada cuatro enfermos, la red trasplantadora española busca permanentemente un donante no familiar compatible, bien sea donante de médula ósea o bien mediante las unidades de sangre del cordón umbilical  almacenadas en los bancos públicos. La búsqueda del donante idóneo para el enfermo concreto se busca por todo el mundo a través de un registro mundial que aglutina a más de quinientas unidades de sangre de cordón umbilical.  Es decir, que los pacientes españoles que necesitan un trasplante de células madre sanguíneas tienen las mismas posibilidades que cualquier otro enfermo del mundo de encontrar un donante, puesto que la búsqueda siempre se realiza por todos los registros internacionales. Asimismo, gestiona las peticiones de los registros homólogos extranjeros cuando el donante idóneo para un paciente de otro país es español o la sangre de cordón umbilical está almacenada en alguno de los siete bancos públicos que existen en España.


Ahora de lo que se trata es de que ustedes y nosotros le dediquemos algo más de tiempo a conocer más y mejor la realidad del trasplante de médula ósea, porque lo que ha quedado claro es que podemos salvar la vida de una persona sin prácticamente esfuerzo por nuestra parte y desde luego sin riesgo para nuestra salud.