Evidentemente,
la falta de información y no menos los prejuicios propios de lo que
se desconoce y se teme, han contribuido hasta ahora a que los
donantes de médula ósea sean escasos, aunque en los últimos años
han aumentado significativamente. De hecho, de acuerdo con los
datos que poseemos, actualmente en España, entre más del ochenta
por ciento de los adultos y en el noventa y cinco por ciento de los
niños, nos encontremos con un donante que no sea familiar del
enfermo. En cuanto a los trasplantes de células madre sanguíneas
realizados en nuestro país en 2012, que alcanza cifras históricas,
fue de 2.672. De ellos, 476
proceden de donante no familiar, más concretamente 324
son de donantes de médula ósea y sangre periférica, y 152 de
unidades de sangre de cordón umbilical. El resto son trasplantes en
los que las células madre sanguíneas proceden del mismo paciente,
lo que se conoce como trasplante autólogo, o de un familiar, es
decir, alogénico emparentado. Entre 2005 y 2011, este tipo de
intervenciones se han incrementado en España en casi un cuarenta por
ciento. Precisamente los que más han crecido han sido los
trasplantes de donante no familiar, que se han multiplicado por tres
en los últimos siete años, y que animan a la coordinadora nacional
de trasplantes a mantener la actual política de información.
En
cuanto a la donación como tal, ésta se realiza extrayendo con una
jeringuilla una pequeña cantidad de sangre medular de la parte
posterior del hueso de la cadera. La obtención de células madre de
sangre periférica requiere administrar 4 ó 5 inyecciones
subcutáneas de unas sustancias denominadas factores de crecimiento
hematopoyético, que hacen que las células madre de la médula ósea
pasen a la sangre. Esta donación no requiere anestesia y se realiza
en el hospital especializado más cercano al domicilio del donante.
Respondiendo a la pregunta más generalizada entre los que se
aproximan a la donación, esta no es otra que si tiene riesgo para
él, por lo que conviene aclarar que la donación de médula ósea no
conlleva otro riesgo que el de la anestesia. Tras la extracción
puede existir un ligero dolor residual en la zona de punción que
desaparece a los pocos días de la donación. En la donación de
progenitores de sangre periférica el único efecto secundario
relevante es el dolorimiento generalizado de huesos y músculos (como
el de la gripe) que pueden producir los factores de crecimiento
hematopoyético, y que desaparece en pocos días. El riesgo derivado
de la obtención de estos progenitores es prácticamente nulo. Otra
pregunta recurrente es si la donación está pagada o no, y para
estos se les recuerda que no, que el donante no recibe ninguna
compensación económica.
Lo
que sí nos conviene saber es que la médula ósea, junto con la
sangre del cordón umbilical, que
es un tejido rico en células madre sanguíneas, son fundamentales
para que muchas personas que padecen leucemia u otras hemopatías
malignas dejen de padecerlas. En el resto de los casos, es decir, en
tres de cada cuatro enfermos, la red trasplantadora española busca
permanentemente un donante no familiar compatible, bien sea donante
de médula ósea o bien mediante las unidades de sangre del cordón
umbilical almacenadas en los bancos públicos. La búsqueda del
donante idóneo para el enfermo concreto se busca por todo el mundo a
través de un registro mundial que aglutina a más de quinientas
unidades de sangre de cordón umbilical. Es decir, que los
pacientes españoles que necesitan un trasplante de células madre
sanguíneas tienen las mismas posibilidades que cualquier otro
enfermo del mundo de encontrar un donante, puesto que la búsqueda
siempre se realiza por todos los registros internacionales. Asimismo,
gestiona las peticiones de los registros homólogos extranjeros
cuando el donante idóneo para un paciente de otro país es español
o la sangre
de cordón umbilical está
almacenada en alguno de los siete bancos públicos que existen en
España.
Ahora
de lo que se trata es de que ustedes y nosotros le dediquemos algo
más de tiempo a conocer más y mejor la realidad del trasplante de
médula ósea, porque lo que ha quedado claro es que podemos salvar
la vida de una persona sin prácticamente esfuerzo por nuestra parte
y desde luego sin riesgo para nuestra salud.