Según
la Memoria Anual que presentó ayer Cáritas Española en su sede
social en Madrid, a lo largo del año pasado esta organización
humanitaria atendió a nada menos que 2.513.563
personas en situación de exclusión social.
Otro dato: el año 2013, las
personas que solicitaron su ayuda han aumentado en un treinta dos por
ciento con respecto a 2012, que fueron 1.904.737 personas, y un
cincuenta y ocho por ciento más que en 2007, cuando a sus puertas
acudieron 370.770 personas.
En
su labor, el conjunto de las setenta Cáritas Diocesanas del todo el
país invirtieron
291.346.117
euros,
de los cuales 218.290.147, exactamente el setenta y cinco por
ciento, proceden de aportaciones privadas y 73.055.970, de fondos
públicos. De acuerdo con esta ONG, "la acción de Cáritas ha
sido posible gracias a la participación de 78.017
voluntarios y 4.171 trabajadores
remunerados que desarrollan su actividad a través de 7.194 centros y
servicios".
En
esta Memoria también se pone de manifiesto, un año más,
el
fortalecimiento del compromiso solidario de voluntarios
y donantes privados que colaboran con sus acciones. El incremento de
personas voluntarias en el último año ha sido del diez por ciento.
Y lo mismo cabe señalar para los fondos privados, que en 2013
registraron
un aumento de casi veinticinco millones de euros
con relación a 2012. Se
trata de un compromiso sostenido en el tiempo, ya que en los últimos
cinco años las aportaciones de donantes particulares han crecido
alrededor de setenta y cinco millones de euros, lo que supone una
subida de casi el sesenta y tres por ciento.
En cuanto a las principales prioridades para el año en curso y el
próximo, en la detallada explicación de los contenidos de la
Memoria, Cáritas destaca el aumento de los recursos destinados el
año pasado a programas estratégicos dentro de la respuesta al
impacto de la precariedad en las personas en situación de mayor
exclusión social, como es el caso de los capítulos de empleo,
acogida y vivienda.
Así, mientras que a los programas de empleo
e inserción laboral
se destinaron treinta y seis millones de euros, al de vivienda
fueron nueve millones y a los de acogida
y atención primaria un poco más de sesenta y nueve millones.
Junto
a estas importantes cantidades de dinero, Cáritas ha seguido
haciendo significativos esfuerzos en las acciones para las personas
especialmente vulnerables, como son, entre otras, mayores,
con 28,5 millones de euros; personas
sin hogar,
21;
familia e infancia,
22,8, e
inmigrantes,
con 4,7 millones. En cuanto a sus acciones, ha ampliado su compromiso
fuera
de España
con las víctimas de graves condiciones de pobreza o situaciones
de emergencia
en más de 40 países, donde,
a través del apoyo y acompañamiento a sus respectivas Cáritas
nacionales, ha invertido más de 28 millones de euros en 2013. Fuera
de España han podido atender a 2.509.771 personas, fundamentalmente
en los países del Sur.
El
presidente de Cáritas ha asegurado que es necesario "denunciar
las
causas económicas de la desigualdad,
optar por una sociedad donde la salud, la protección social, la
educación y vivienda estén garantizadas para todos, y abrir
nuestros espacios de convivencia a la participación de los
empobrecidos". Esta apelación se dirige también a "construir
una economía que ponga en el centro a las personas
y
no descarte a los más pobres, a redistribuir el trabajo para que
todos podamos acceder a un empleo digno y de calidad; y a asumir
estilos de vida sencillos y hábitos de consumo responsable,
respetuosos con el medio ambiente".
Si
es verdad que los números cantan, ahora tenemos la oportunidad de
recapacitar sobre la realidad de millones de personas que malviven
gracias a la ayuda de las organizaciones sin ánimo de lucro que
existen en nuestro país. Y más aún, saber cómo valorará el
Gobierno estos datos, porque los del año pasado recuerden que fueron
minimizados y tachados de exagerados.