La
violencia machista en nuestro país está claro que no decrece. Al
contrario, aumenta imparablemente. Un dato que lo aclara es que el
año pasado se contabilizaron cuarenta y ocho fallecidas y éste ya
ha alcanzado cuarenta y dos. Por delante, lo que queda del mes de
octubre, y noviembre y diciembre para ir sumando. Ojalá nos
equivoquemos, pero todos sabemos que se trata de un fenómeno social
de gran relevancia para el que aún no se ha inventado nada que no
sean parches más o menos efectivos. La mujer sigue siendo la víctima
y es ella la que demanda políticas reales que le alivien la vida y
le faciliten la denuncia y su posterior salida del hogar familiar. El
año pasado, efectivamente, cuarenta y ocho mujeres perdieron la vida
a manos de sus compañeros o maridos, dejando huérfanos a cuarenta y
dos menores. Es el frío balance anual de esta lacra, que sin embargo
ofreció en 2013 el número más bajo de mujeres muertas de los
últimos diez años, que fue cuando comenzaron a contabilizarse
estos crímenes. Concretamente, el año 2012 el número de asesinadas
fue de 52; en 2011, 61; en 2010, 73; en 2009, 56; en 2008, 76; en
2007, 71; en 2006, 69; en 2005, 57; en 2004, 72; y 71 en 2003.
La
pregunta es si entre las mujeres ha crecido la concienciación con
respecto a las medidas que los diferentes Gobiernos vienen dictando a
su favor, porque los datos que se controlan confirman que solo diez
del total de las asesinadas en 2013 habían denunciado a sus
agresores por malos tratos, y de ellas siete obtuvieron medidas de
protección. De entre otros datos que entendemos de interés, sepan
ustedes que de las cuarenta y ocho mujeres asesinadas en 2013, una
era menor de 16 años; otra tenía entre 18 y 20 años; once, entre
21 y 30 años; diecisiete, entre 31 y 40 años; nueve, entre 41 y 50
años; tres, entre 51 y 64 años, y seis eran mayores de 64. Con
respecto a la zona del país en que se produjeron, diez lo fueron en
Andalucía, nueve en Madrid, ocho en la Comunidad Valenciana, cuatro
en Castilla-La Mancha, cuatro en Cataluña, dos en Castilla y León,
las mismas que en Cantabria, Canarias y Baleares y Galicia. En
Aragón, Extremadura y País Vasco se contabilizaron una víctima en
cada comunidad.
Con
estos datos sobre la mesa de trabajo de los responsables, y teniendo
en cuenta que desde el Ministerio se sigue insistiendo en que hay que
seguir trabajando frente a un fenómeno de extraordinaria importancia
y recuerdan insistentemente a las mujeres que se vean reflejadas en
estos estudios, que denuncien su situación a través del teléfono
016, que recuerden no queda reflejado en la factura que la compañía
telefónica nos envía. El aumento de las llamadas es muy importante
y evidentemente una buena noticia, porque se debe entender que las
mujeres maltratadas usan este recurso como primer paso para salir de
la violencia. Un ejemplo: las llamadas a este número de
información y asesoramiento jurídico a las víctimas de violencia
de género fueron en total 5.490 solo en noviembre, lo que supuso un
43,7 % más que en el mismo mes del año 2012, cuando se registraron
3.820. Desde que comenzó el año, este teléfono ha recibido un
total de 51.870 llamadas, y algunas de ellas posiblemente las
realizaron las mujeres que se encuentran en situación de riesgo. Un
dato más, seis mil varones se encuentran en prisión por violencia
de género; más de sesenta mil mujeres están bajo control policial
por las amenazas de muerte de su compañero o marido.