lunes, 6 de octubre de 2014

QUE ALGUIEN NOS DÉ DETALLES Y EXPLICACIONES, POR FAVOR

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Ante las idas y venidas, y no menos las paridas, de algunos de nuestros políticos, ya sean éstos municipales, provinciales, autonómicos o nacionales, estamos cada vez más convencidos de que su verdadera intención es volvernos majaras para hacer y deshacer lo que les convenga. Los ciudadanos que tienen la oportunidad de evadirse, de huir de sus discursos y de sus premeditadas medidas, es fácil. Para los que tenemos ineludible obligación de seguirles, de escucharles y de valorar sus respectivos discursos, el asunto cambia como de la noche al día. Por ejemplo, y sin ir más lejos, ¿cómo es posible que un partido afirme con asumida rotundidad que los presupuestos del Estado para 2015 han sido muy generosos con Andalucía mientras otro asegura que todo lo contrario? Veamos: si dos y dos son cuatro, ¿de dónde se sacan unos y otros los números para que, presentados cada uno por su lado, al final tengamos que darles la razón a los dos? Pues así está el tema. Luego, la realidad, que como el tiempo acaba situando a cada uno en su sitio, certificará que solo una de las partes llevaba razón.

Otro asunto de calado nacional que ha revuelto el río y el océano más próximos: las tarjetas “black card”, o sea, las tarjetas negras como las intenciones que tenían sus poseedores, ya que permitían a los consejeros de Bankia pagar, viajar, comprar y cualquier lujo que les apeteciera sin que se detectara por parte de la Hacienda pública, que comprobamos sigue siendo obligación ineludible para unos pocos y que eso de que Hacienda somos todos es simplemente una frase publicitaria. Así, desde los consejeros que se gastaron más de quinientos mil euros en caprichos y regalos hasta los que, cuatro concretamente, no la usaron nunca, estas tarjetas de crédito han supuesto, dicen los denunciantes, más de doce millones doscientos mil euros. El señor Blesa, el linarense al que se le dieron cenas, comidas, medallas y llaves, se gastó en menos de un mes, justo el que sabía que lo iban a cesar, casi diecinueve mil euros, o sea, lo que viene a ser un poco más de tres millones de las antiguas pesetas. En algunos casos, por seguir sacando punta a la noticia, la tarjeta se la mantuvieron hasta ocho meses después de ser cesados como consejeros. Ahora, Hacienda se propone investigar a las empresas de IBEX 35, por si tienen o han tenido este tipo de tarjetas. Y todo porque estos gastos, que Bankia decía ante la Agencia Tributaria que se trataba de errores informáticos, no pasaban por los controles de las declaraciones de los respectivos consejeros.


No sabemos si por esta causa o porque un juez ha decidido meter mano a otra de las cajas españolas donde más dinero se ha perdido, concretamente la Caja de Ahorros del Mediterráneo, el caso es que se ha descubierto que su presidente, que tampoco ha estado solo en este presunto desfalco, cobraba más de trescientos mil euros en dietas al año. Y lo peor de todo es que este tipo se había ido de rositas a su casa sin que nadie le llamara la atención. ¿Y en qué coinciden estas dos cajas de ahorros y sus sistemas de evadir el dinero obviando a la Agencia Tributaria? En que ambas han sido rescatadas con el dinero de todos. Una con más de veinte mil millones; la otra casi quince mil. Dicho esto: ¿será posible que estos canallas ladrones de guante blanco sigan viviendo como ricos “deyanomecabemásdinero” sin que la Justicia los encarcele? Por el momento, lo evidente es que nuestro país mantiene diferentes raseros cuando de enjuiciar a alguien se trata. Y, de ser así, que el equipo de abogados que defiende a estos desalmados sin escrúpulos, credo, familia ni honor, debe ser realmente ganador y lo que queda para nosotros no da para mucho más que retirarnos una multa de tráfico.