viernes, 10 de octubre de 2014

UN MILLÓN DE EUROS DIARIOS EN MULTAS

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Que cada cual valore la noticia como entienda que merece, aunque han pasado casi dos meses y suponemos que más de uno de ustedes ya lo habrá hecho y digerido su contenido. Se trata de la noticia que saltó a los medios de comunicación y que vino a confirmar lo que por otra parte era un secreto a voces después del intenso e inmenso trabajo desarrollado por los componentes de la Dirección General de Tráfico a lo largo del verano que conforman el equipo de carreteras y más concretamente el de denuncias. Un millón de euros diarios a lo largo de este período son las cuentas que han resultado luego del recuento realizado por la contabilidad oficial de este organismo, lo que viene a suponer una cifra que ni siquiera hemos querido detallar por temor a marearnos. Un millón de euros diarios es demasiado dinero para cualquiera y desde luego que para los ya de por sí machacados usuarios españoles. Eso sí, ustedes conocen nuestra opinión al respecto y de ahí que no nos cansemos de repetirles que la práctica totalidad de las denuncias impuestas pudieron evitarse con solo aceptar las Normas de Tráfico en vigor. Así de sencillo.

Luego pueden y podemos buscar las habituales y a veces hasta necesarias variantes a la noticia, pero la realidad es la que es y poco o nada podemos hacer que no sea acatar con absoluta rigurosidad las acotaciones impuestas por la autoridad competente. De este millón de euros recaudado diariamente, sepan ustedes que un porcentaje altísimo de denunciados han respondido por el apartado velocidad, que no supieron valorar a tiempo y que cayeron en la trampa de circular como les venía bien a ellos y sus planes de viaje, pero no a los controles estáticos y móviles que se encontraban en el camino. Como hemos escuchado y leído, avergonzados debíamos estar por la extraordinaria ayuda económica que le hemos hecho a Tráfico sin nada a cambio. Nadie nos dijo que nos excediéramos, aunque sí muchos, ingenuos ellos, pensaron que en verano alzarían la mano y nos permitirían circular por encima de la velocidad máxima habitual. Pero ahí están los resultados. A la vuelta del viaje, esperándonos estaba la sanción, inmaculada ella y con toda la mala intención del mundo dentro del sobre, justo cuando nos habíamos dejado más dinero del que pensábamos en un principio.

Por eso insistimos mucho en que los excesos se pagan, sean los que sean. En el caso de las denuncias por no hacer las cosas como debemos, parece claro que los despropósitos tienen un precio y que, en cantidad más que suficiente de usuarios, hemos alcanzado una cifra récord que, cada vez que ponemos el coche en marcha, debía obligarnos a recapacitar. Y si para ello debemos madrugar un poco más de lo habitual, se hace; y si de lo que se trata es de evitar planificar la hora de llegada, lo mismo. Y como los males no vienen solos, tomen nota porque, a no tardar, se implantarán los nuevas limitaciones de velocidad especialmente en las carreteras secundarias, lo que nos obligará, por ejemplo, a recorrer la distancia diaria entre Andújar y Jaén en un tiempo muy superior, puesto que en su totalidad estará limitada a sesenta kilómetros por hora. Y ay de aquellos que decidan tirar por el camino de en medio, porque no solo les dejarán sin fondos la cuenta corriente, sino que intervendrán los puntos que guarda como un tesoro. Y que nadie espere la hipotética llegada de un nuevo Gobierno y que venga éste con ganas de desandar lo andado, porque se equivoca. Por encima de ideologías o intenciones, reducir al máximo los accidentes de tráfico y sus consecuencias impone su criterio y no habrá marcha atrás, y menos luego de comprobar que las decisiones que se han tomado, y que se iniciaron precisamente con un gobierno socialista, han sido determinantes para que la deseada reducción de los accidentes sea hoy una realidad.

Tomen nota en donde más tiempo permanezca en su memoria, que durante este verano, con sus días y sus noches, la Dirección General de Tráfico ha recaudado nada menos que un millón de euros. ¡Al día, naturalmente! Para que no se nos olvide.