viernes, 21 de noviembre de 2014

AUMENTA EL NÚMERO DE VEHÍCULOS QUE NO ACUDE A LA ITV

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Dicen las estadísticas que un poco más de diecisiete millones de vehículos acudieron el año pasado a las estaciones técnicas de vehículos a superar los controles a los que son sometidos para poder seguir circulando. Si tenemos en cuenta que hemos superado y con creces los treinta millones, el resultado es bien sencillo, porque esto quiere decir que más de trece millones no acuden a estos controles. Lo que representa como falta administrativa no tiene mayor importancia, ya que lo trascendente es que junto a nosotros circulan automóviles o camiones o furgonetas que no han sido presentadas a los técnicos de estas estaciones en busca del visto bueno imprescindible para seguir circulando. Ese es el problema y el peligro que debemos añadir a un asunto que, por la crisis, por dejadez, por menosprecio, pero en todo caso una decisión peligrosa para el resto de usuarios, dejan de cumplir con su obligación. Y son precisamente estos interesados incumplidores los que se encargan de propagar todo tipo de menosprecios a estas revisiones, desde que no sirven de nada hasta que se trata de un sistema del Gobierno perfectamente diseñado para recaudar. Por supuesto, en sus aseveraciones no faltan afirmaciones como que en realidad dañan los vehículos, que no tienen en cuenta los detalles más importantes en el momento de la inspección o que después no mantienen el seguimiento obligatorio a los fallos detectados.

Por si faltaba algo en este asunto, como se trata de una operación de obligado cumplimiento que demanda la inversión económica del propietario del vehículo, no cesan de aparecer negocios paralelos que solo persiguen echar mano del dinero y salir corriendo. De hecho, de manera regular aparecen noticias relacionadas con estaciones no oficiales o que hacen la vista gorda con el único objetivo de ganar adeptos entre aquellos que o no andan bien de dinero o simplemente tratan de evitar una revisión a fondo. Afortunadamente, Tráfico mantiene un control permanente sobre los vehículos que, por su matrícula, deben acudir a las revisiones obligatorias en estos centros. De momento, las denuncias y posteriores sanciones económicas que se acumulan a lo largo del año superan con creces las previsiones más optimistas, ya que todos los años aumenta la recaudación de forma progresiva e imparable.

Aceptando que la crisis económica se ha cebado con muchos propietarios de vehículos de forma que se han visto obligados a priorizar la escasa inversión con la que cuentan, lo de postergar para cuando se pueda lo de acudir a esta cita supone un gran error. Y no solo porque en el momento en el que sea detectado por la autoridad pagará con creces lo ahorrado hasta ese momento, sino porque viaja en un vehículo del que no puede esperar nada bueno. Eso es lo que debe tenerse en cuenta y no exclusivamente el dinero. Por cierto, gran error cometen quienes creen que solo la guardia civil de Tráfico puede pedirles la documentación precisa de si ha efectuado la revisión anual o bianual; la policía local hace lo mismo y en cualquier momento. De hecho, entre la documentación que exige al propietario cuando se produce un atestado, las revisiones en la ITV forman parte de esta documentación.


Cumplir con esta obligación es hacernos un favor a nosotros mismos y no menos a quienes viajen con nosotros. El seguro, la ITV, las revisiones y el mantenimiento general del vehículo, al final de todo el recuento y la inversión económica que debemos hacer, nos sale rentable porque nos evita males mayores. Por lo tanto, aunque nos cueste y sabemos que mucho, lo que debamos hacer obligatoriamente, en ningún caso es bueno dejarlo para otro día.