miércoles, 26 de noviembre de 2014

LA CORRUPCIÓN NO SE DETIENE

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A estas alturas, a nadie se le escapa que no todos los condenados por corrupción, y no son pocos y aumentando por días, son tratados de igual forma. De entre los que más polémica han generado, sin duda que el expresidente de Baleares, señor Matas, ostenta el primer puesto, aunque si presentamos al antiguo presidente de la Diputación de Castellón, expresidente del Partido Popular de esa provincia y también expresidente de la Cámara de Comercio de esa ciudad, o sea, el señor Fabra, el de las permanentes gafas oscuras y el aeropuerto sin aviones, el “ranking” cambia significativamente. Y es que las diferencias son claras: Matas está en la cárcel y la polémica viene como consecuencia de la concesión de licencia para salir por la mañana y volver a prisión solo a dormir, que por cierto fue anulada por el consejo de ministros del pasado viernes. En el caso del castellonense el asunto no se parece en nada, ya que luego de ser condenado en firme por un tribunal a cuatro años de cárcel por delito fiscal, sigue en la calle. Se ha escudado en todas las medidas legales a su alcance, incluido el indulto que decía en su momento que no solicitaría. Finalmente, éste no le ha sido concedido por el Gobierno y su entrada en prisión debería ser inmediata. Sin embargo, ahí está, retando a las instituciones y al mismísimo estado de derecho. Es más, presume de la sincera y profunda amistad que mantiene con la Fiscalía de la comunidad valenciana, lo que indica que no está solo en eso de dejar la calle para ingresar en prisión.

Enfrente, y por los mismos delitos aunque no proviene de la política, pero sí de su unión con uno de ellos, Isabel Pantoja, que lleva cinco días en la prisión sevillana de Alcalá de Guadaira, y ya ha saltado a los medios la confirmación de que desde el minuto uno está recibiendo trato de favor: que si fue la propia directora la que le mostró las instalaciones carcelarias en una especie de gira triunfal, de que en unos meses obtendrá permiso para que solo tenga que dormir en la prisión y que le han eximido de las tareas obligatorias que realizan las condenadas en el recinto. Según los técnicos que han denunciado este supuesto trato de favor, que no son otros que el mismísimo sindicato de los funcionarios de ese centro carcelario, la anormalidad preside la llegada de la cantante, a la que se le ha permitido todo tipo de lujos, desde la propia celda hasta los tiempos para las llamadas y las visitas. Por el momento se ha iniciado una investigación y estamos a la espera de conocer quién será finalmente responsabilizado del supuesto estado de gracia con el que ha sido recibida en la prisión.

Son dos casos que nos sirven de ejemplo del estado de la Justicia en España y de la que deberá salir airoso el mismísimo Consejo General del Poder Judicial, que lleva tiempo siendo cuestionado por avalar sentencias claramente incongruentes de las que desde luego no deben sentirse precisamente orgullosos. Si tenemos en cuenta que actualmente están contabilizados nada menos que mil setecientas causas abiertas por corrupción y que están por llegar sumarios como el Gürtel, los ERE, los cursos de formación de Andalucía y Madrid, las operaciones Brugal, Enredadera, tarjetas “black”, Mercasevilla, Púnica, Pujol, Trías y demás, la acumulación de imputados va a ser histórica por la cantidad y por los cargos de responsabilidad de todo tipo que los protagonistas han desarrollado en las diferentes áreas de la empresa privada y de la Administración. Por el momento, según la ONG Transparencia Internacional, estamos situados en el puesto número cuarenta de los países corruptos, justo entre Brunei y Cabo Verde. Pero no se preocupen porque no tardaremos en escalar hacia los primeros puestos. Es cosa de que los que pueden, es decir, los corruptos, se lo propongan.