Los
que lo han dicho en público y que confirma lo que por otra parte
llevamos sufriendo desde hace años, no son unos cualquiera. Ustedes
y nosotros podemos decir y de hecho decimos lo que nos viene en gana
entre los amigos o en foros más o menos trascendentes, pero nuestra
opinión quedará ahí y no alcanzará a personas u organismos sobre
los que influir. En el caso de la noticia que ahora compartimos se
trata de personajes de gran relevancia social y empresarial, y por
supuesto que sus voces no solo se escuchan, sino que a quienes se las
dirigen les parecen pesadas losas sepulcrales. Se trata ni más ni
menos que de los miembros del Instituto de Empresa Familiar,
organización que está compuesta por algunos de los empresarios más
importantes de España y que, en su reunión anual, han venido a
decir que ¡basta ya!, que ya está bien de seguir por el camino
emprendido por nuestros gobernantes y que debemos enfrentarnos, todas
y todos, a una situación que no solo dura demasiado tiempo, sino que
está acabando con las escasas infraestructuras sociales que nos
quedan.
Estas
empresas y los empresarios que las representan tienen un peso
específico de gran relevancia económica. De entre ellas, Mango,
Barceló, Acciona, Ferrovial, Mercadona, Telefónica y así hasta más
de dos centenares, que no es poco, y todas han coincidido en
calificar el momento de peligroso para nuestro país. De hecho,
cuando han tenido que puntuar este mal momento, no han tenido más
remedio que darle un duro suspenso. Esta organización, en su
congreso anual desarrollado a lo largo del fin de semana, cuando ha
llegado el momento de las votaciones, éstas han sido de un poco más
de diez puntos sobre nueve, lo que viene a decirnos que se trata de
justo la mitad del resultado obtenido hace solo seis meses, que fue
cuando se celebró el último congreso. Fue entonces cuando el actual
presidente del Gobierno, señor Rajoy, consiguió 4,8 puntos, un poco
más del doble que cuando el país lo regía Rodríguez Zapatero.
Naturalmente,
cuando se les ha dado a los asistentes la oportunidad expresar sus
dudas y preocupaciones, el tema de la corrupción, con escándalos de
gran importancia social y económica, y el lanzamiento imparable de
la organización política Podemos, que preside y gestiona Pablo
Iglesias, han sido los protagonistas de la mayoría de los cientos de
empresarios que han acudido a este congreso, fundamentalmente porque
saben con certeza que la estabilidad social y política en nuestro
país es imprescindible para afrontar el futuro más inmediato. Son
especialmente los empresarios familiares los que se han mostrado más
contrariados, quizá porque es evidente que se juegan su propio
patrimonio. Cuando el congreso se ha enfrentado a la situación
económica ha sido cuando ha recibido mejor puntuación, aunque sin
alharacas. Es más, el recuento ha dado un total de un 4,26 sobre un
total de nueve, que viene a ser el doble que el del año pasado,
aunque sin alcanzar el aprobado.
Enfrente,
en el lado opuesto, en donde se cuecen de verdad las habas, en donde
el mal momento de nuestro país se vive con infinita pesadumbre
porque no se perciben mejoras de ningún tipo, estos congresos o
encuentros empresariales quedan lejos y existe el compartido
convencimiento de que no solucionarán nada. Y no les falta la razón
a quienes así examinan este tipo de encuentros si tenemos en cuenta
que las verdaderas intenciones de estos cientos de empresarios no son
otras que las de conseguir mayores beneficios para sus respectivas
empresas; lo del futuro de los ciudadanos y sus necesidades más
perentorias es algo que no suelen tener en cuenta, y menos cuando de
acudir a congresos se trata.