miércoles, 3 de diciembre de 2014

HA VUELTO PARA QUEDARSE EL EMPRESARIO EXPLOTADOR

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Una vez que se ha puesto en marcha el mes de diciembre, que viene a ser como la salvación para muchas economías y que son miles los que esperan su llegada para calmar sus necesidades más elementales, recordar debemos que a nuestro lado se mantienen muchas familias viviendo con escasísimas posibilidades económicas y que dependen de las ayudas externas que les llegan gracias a la solidaridad de muchos de ustedes y de nosotros. Es por esto que en Radio Andújar hemos puesto en marcha, un año más, nuestra particular campaña de Navidad, que, si todo nos sale bien y como de hecho esperamos, servirá para que sean muchas las familias que se beneficien de la solidaridad de sus vecinos. La mala época que vivimos, insoportablemente injusta, demanda ayuda inmediata especialmente para los niños, porque son millones los que están mal nutridos y escasamente alimentados. Aunque duele y no falten los incrédulos que no acaban de creerse semejante disparate, la realidad una vez más supera a la ficción y nos encontramos situados en un estadío social de complicada resolución.

Por un lado, los poderes públicos parecen mirar para otro lado, mostrándose incapaces para atender la justificada demanda social que les llega desde infinidad de frentes. El pasado fin de semana se convocó una gran recolecta de alimentos que tenía como objetivo nacional conseguir veinte millones de kilos de comida para hacérselo llegar a los más necesitados. Y se ha conseguido, confirmándose que la generosidad y la solidaridad de los españoles tiene una capacidad de convocatoria como ninguna otra y, casi sin quererlo, dejando un recado a nuestros gobernantes sobre su falta de sensibilidad ante los acontecimientos tan nefastos que viven casi ocho millones de españoles. El resto no es que esté mejor, pero por el momento van tirando. Sueldos de miseria, horas extraordinarias sin abonar, trabajos para esclavos, contratos por horas o por días al mes o la semana… La vuelta del empresario cacique, ese que hace unos años tenía derecho de pernada sobre sus trabajadores y que hacía y deshacía en total impunidad, ese al que no le importaba el futuro del empleado y menos el de su familia, ha regresado con más fuerza y con más mala leche, si es que ello es posible.


Y a todo esto con el anuncio de que lo más probable es que se apliquen nuevos recortes sociales, que para eso lo ha dicho la Comunidad Económica Europea y sus deseos, ya saben, son órdenes para nuestro Gobierno, complica aún las posibilidades de muchos de nuestros vecinos de encontrar algún trabajo con el que sacar adelante, no ya sus sueños, sino a la familia. Con todo, lo que de verdad duele es el hecho de que no falten en tertulias de radio o de televisión políticos que aseguran sin ruborizarse que estamos mejorando, que el año que viene se crearán no sé cuántos miles de puestos de trabajo, que el trabajo que se ha ejecutado hasta ahora era el que el país necesitaba… Enfrente los que aspiran a quedarse con el poder político y la vara de mando por lo menos cuatro años, que nos envían un mensaje ligado a nuestro futuro asegurándonos que, si apoyamos su candidatura, los tiempos en los que todo volverá a la normalidad estarán a punto de llegar. En medio nosotros, que observamos desganados y resignados los que nos ha caído encima sin comerlo ni beberlo. Y también están los de los bancos, que siguen ganando dinero a manos llenas a nuestra costa y a los que nadie ha sido capaz hasta ahora de pararles los pies. Miren ustedes, señoras y señores, si esto no es un país de chichinabo, desde luego que se parece muchísimo.