lunes, 29 de diciembre de 2014

HASTA LA VUELTA

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Llega el día, como todos los años, en el que nosotros nos despedimos hasta el año que se nos viene encima a pasos agigantados. Después de Reyes volveremos, una vez resueltos todos los temas que se van quedando atrás con las prisas, y lo haremos con más ímpetu si cabe y convencidos de que nos enfrentaremos a un año fascinante para quienes, como nosotros, vivimos minuto a minuto la actualidad. Y es que no siempre coinciden las convocatorias de elecciones generales, provinciales, autonómicas y municipales en un mismo año, y esto, señoras y señores, hay que vivirlo con toda la intensidad que nos sea posible y que merece. Cuando finalice se habrán renovado los ayuntamientos, las diputaciones, las autonomías y hasta el mismísimo gobierno central. Es cierto que todo puede seguir igual, como seguro ocurrirá en algunos casos, pero también forma parte de las posibilidades el que cambien instituciones de manos y, consecuentemente, de ideología, con lo que eso puede suponer para el rumbo que actualmente tienen marcados algunos gobiernos y para la propia población. Lo evidente es que los actuales dirigentes, sea el gobierno que sea el que controlen, están muy preocupados, si no asustados, con la aparición de fuerzas políticas que proceden del mundo de los indignados y que han demostrado suficientemente que no son unos indocumentados. Muy al contrario, las ideas que conciben y que están dispuestos a implantar cuentan con de todo tipo de profesionales e intelectuales que las apoyan  y que aseguran son viables y renovadoras en sumo grado.

Con esto queremos decir que las cosas para los de siempre, para los que ahora definen como la casta, están complicadas. Y porque en esta ocasión parecen estar decididos a no acudir a las municipales y que este detalle permitirá que muchos ayuntamientos se mantengan casi como están, ya que de otra forma mucho nos tememos que también se radicalizarían muchos de ellos. Si la necesidad de renovar acaba imponiéndose finalmente, que es algo que no todos tienen claro, de la noche a la mañana descubriríamos políticas activas de gran calado social, porque recordemos que es ahí donde duele y ahí donde más trabajan los partidos emergentes porque conocen los problemas de la ciudadanía a la perfección y saben dónde duele.

Desde luego, la realidad es que el país no está para muchos achuchones y menos para hacer pruebas, pero es evidente que el daño que se ha hecho, con pérdida de millones de puestos de trabajo, con reducciones dramáticas de sueldos, con la desaparición de ayudas sociales, con miles de enfermos que no pueden acceder a la Sanidad porque no cuentan con la documentación que se lo permitiría, con otros tantos que no pueden comprar las medicinas por lo del gasto compartido, con millones de españoles viviendo de la pensión de los padres y los abuelos… Con toda la crisis que soportamos y que solo la estén pagando los que menos culpa tienen, cuando menos nos parece injusto. Porque recordemos que la crisis de Bankia y del resto de cajas de ahorro ha superado con creces los ochenta mil millones de euros públicos que entre todos estamos pagando sin recibir nada a cambio. Ni las gracias, que ya es decir.


No obstante, teniendo en cuenta que nos vamos, lo mejor es desearles suerte para el año próximo. Ojalá se cumplan las previsiones de nuestros gobernantes y en poco tiempo comencemos a repuntar el mal trago que llevamos soportando desde 2007. Ese es nuestro deseo: que sean todo lo felices que les permitan las circunstancias y que, si pueden, lo compartan con los demás. ¡Hasta la vuelta!