jueves, 29 de enero de 2015

TREPAS Y MEDRADORES A LA CAZA Y CAPTURA DE SERVICIOS

Imprimir

Conforme se va calentando el asunto de las citas electorales comprobamos los movimientos propios de quienes aprovechan este tipo de encuentros ciudadanos para ir buscando posiciones allí donde están convencidos que pueden tocar cacho. Son los de siempre, esos que no dudan en llevarse bien con todo el mundo y en ningún momento descubrir su ideología, no sea que este detalle les haga perder posibilidades de aproximación este o aquel partido de donde sacar algo de tajada del pastel que suele acompañar al ganador. Y lo hacen bien. No crean ustedes que son actores de segunda fila o aficionados sin futuro en el mundo del teatro; al contrario, son todo un ejemplo de cómo conseguir auparse socialmente a puestos de brillo y relevancia sin prácticamente hacer nada y por supuesto que inmerecidos. Su capacidad de convicción, su palabrería, su puesta en escena y su saber situarse en los lugares en los que puedan ser vistos es todo el bagaje que ponen a disposición del momento, y por lo que vemos, por los resultados que comprobamos consiguen, la verdad es que les va bien. Un ejemplo de lo que les contamos lo encontramos en el pequeño Nicolás, el chico que se arrimó con pegamento infalible a algunos representantes del Partido Popular y a partir de ahí conseguir casi todo lo que se propuso en su día.

Pues de este corte y clase tampoco nos faltan por estos lares. Su tarea principal y casi única es la de medrar entre el poder, buscando siempre la ocasión de participar allí donde nadie les ha citado ni hacen repajolera falta, pero que el grupo acepta convencido de que es uno más de ellos. El listo se aprovecha de algo que se da mucho cuando nadie controla al que entra y al que sale por aquello de que, ya que está aquí será porque alguien lo habrá invitado. De eso se aprovechan estos advenedizos sin futuro, que persiguen casi sin control puestos inmerecidos que entienden vacíos y que ellos están dispuestos a ocupar sin esfuerzo. Y cuando decimos que estas fechas son especialmente proclives para sus intereses, nos basamos sobre todo en que no es nada difícil verlos compartiendo sedes e ideología con diferentes partidos políticos, incluso los que proclaman políticas radicalmente diferentes. Y ese es su negocio: relatar con pelos y señales al adversario político lo que se cuece en la sede de enfrente. Y como en época electoral, por las prisas, las ansias o lo que sea, todo el mundo anda alterado cuando no loco de atar, aquel que llegue con noticias frescas, casi siempre inventadas o cuando menos engordadas y hechas interesantes para que el adversario las disfrute, siempre será bien recibido e invitado a ¡tómate lo que quieras!



Desde luego, si no han tenido oportunidad de reconocer a estos protagonistas será porque han puesto ustedes poco interés, porque les podemos asegurar que son unos cuantos y que los podrán ver allí donde huelen poder y, consecuentemente, posibilidades de crecer socialmente. Mientras lo de estar al lado del que manda o tiene posibilidades de conseguirlo sea rentable entre nosotros, este tipo de tipejos no faltarán a la cita por nada del mundo. Hoy están aquí, pero mañana, no lo duden, estarán enfrente, y con carné de militante en el bolsillo, para que nadie crea que se trata de un infiltrado en busca de noticias y estrategias que compartir con sus aparentes o circunstanciales enemigos políticos. Dedíquenles un poco de su tiempo ahora que compartiremos mítines y encuentros con las elecciones de fondo y verán a estos personajes en su salsa, yendo y viniendo como si se fuera a acabar el mundo. Debe ser cosa de la escasez de empleos que nuestra ciudad soporta, porque de otra forma no se entiende tanta desfachatez y, al mismo tiempo, tanto despiste.