lunes, 2 de febrero de 2015

FIN DE SEMANA DE VIENTO Y LLUVIA… Y DE MOTOS

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Con diferencia, y mucha además, la concentración motera de este fin de semana ha arrasado con todo, informativamente hablando. Ni el viento, ni la lluvia, ni los árboles dañados, ni los contenedores arrastrándose a sus anchas… Lo importante han sido las motos, a las que se les ha venido encima, a sus propietarios queremos decir, una buena parte de las críticas que hemos conocido a lo largo de los tres días que ha necesitado para su desarrollo. Y decimos que una buena parte de las quejas han sido para sus propietarios, porque la otra mitad ha sido de apoyo, que tampoco está mal y que vienen a confirmar que entre nosotros la afición motera debe ser tenida en cuenta para futuras convocatorias. Evidentemente, la meteorología no ha ayudado en nada al lucimiento de la espectacular caravana que suele originar la visita masiva de quienes gustan de reunirse allí donde se les da cobijo, se les respeta y se agradece su esfuerzo, porque recordemos que los desplazamientos desde su lugar de origen suelen ser importantes, en distancia y en esfuerzo físico, y más en situaciones de temporal como la de este fin de semana. Desde el viernes por la tarde pudimos comprobar las ganas con las que se iban incorporando a la organización haciendo caso omiso de los avisos de fuertes rachas de viento y lluvia que estaban previstas hasta el sábado por la tarde. De hecho, sabemos que algunas carpas de las instaladas en los alrededores de la basílica-santuario fueron arrancadas de cuajo por la fuerza inaudita del dios Eolo.

Sin embargo, como decimos, la concentración motera ha tenido alrededor de su organización una serie de contratiempos nada desdeñables y que estamos seguros que nos vendrá a todos bien solventarlos previamente en caso de que se siga en la idea de institucionalizarla. Sin ir más lejos, y si se mantienen las intenciones de algunas organizaciones ecologistas y de la propia Junta de Andalucía, están por iniciarse e incluso de cruzarse una serie de denuncias que tienen como fin, primero, conocer las razones de las partes en la convocatoria que algunos rechazan de plano, y, segundo, y quizás lo más serio, la supuesta desobediencia que ha protagonizado el Ayuntamiento frente, no a la prohibición oficial porque de hecho no ha existido y sí porque al parecer no solicitó en tiempo y forma los permisos oficiales que se supone necesitan este tipo de eventos. De las consecuencias que en su día puedan derivarse de lo que parece llevará tiempo por el paso obligado que hará por los juzgados, nada intuimos y desde luego que deberán conocerse los argumentos de unos y de otros para decidir hacia dónde se inclina la balanza.


Decidan lo que decidan, que nadie pierda de vista que, de entre las ineludibles obligaciones de los regidores municipales con respecto a la dinamización de su ciudad, está la de promocionarla turísticamente y la de hacerla acogedora a quienes la visiten. Que la concentración motera era y ha sido de hecho una ocasión de extraordinaria importancia en este apartado concreto, nadie debería ponerla en duda. Que quizás el sitio elegido, el momento tan crítico en el que se halla la comunidad de linces que tienen su hábitat en la sierra o que se deben obtener con tiempo los permisos que demanden estos acontecimientos masivos, y más con  vehículos a motor de por medio, pues también debe ser considerado como prioritario por  parte de la organización. A todo esto, si sabemos que la convocatoria ha supuesto una entrada atípica por inesperada de dinero que ha sido recogido mayoritariamente por el gremio de la hostelería y que nos hemos quedado casi sin habitaciones libres en los hoteles de la ciudad y del entorno del santuario, atención a lo que se dice y sobre todo cómo, porque estamos en tiempo electoral y no es desde luego el mejor para dar opiniones. Entre otras razones, porque lo normal en asuntos de este tipo es que se critique tanto si se convoca como si no. A veces, las decisiones deben tomarse luego de sopesarlas una y mil veces.  La pregunta por tanto es: ¿alguien piensa que la concentración motera de este fin de semana no ha demandado ímprobo trabajo? Precisamente por eso como mucho aceptaríamos que las cosas se podían haber hecho mejor. En eso sí estaríamos de acuerdo. Por cierto, a nosotros, por favor, que nadie nos arrogue más papel que el de simples mensajeros. ¡¡¡Y ya está bien de que siempre les toque a los mismos pagar los platos rotos cuando de buscar culpables se trata. Ya está bien!!!