viernes, 13 de febrero de 2015

JAÉN, LA PROVINCIA QUE MÁS COCHES USADOS DEMANDA

Imprimir

Que el estado de la carretera influye en la conducción, es algo que nadie cuestiona; simplemente se acepta y se comparte como dogma de fe. Pero hay más, ya que es precisamente el mal estado del firme lo que acaba deteriorando con más intensidad nuestro vehículo, ese que tanto necesitamos, que tanto nos costó y que con tanto sacrificio mantenemos cuando tenemos que recuperarlo luego de una avería. Son los baches, socavones y demás obstáculos los que acaban con la suspensión, con los neumáticos, los que llenan el habitáculo de ruidos, los que nos obligan a revisar las luces cortas y largas, los que nos obligan a cambiarlos porque se caen de viejos a los pocos años de uso. Este detalle, aunque a algunos les cueste creerlo, forma parte importante del por qué nuestra provincia se entretiene en adquirir casi veinticinco mil coches usados al año, que ya es decir. Es como afirmar que somos la provincia que más coches viejos tiene en su parque, la que más necesita de atención mecánica y repuestos, y la que más problemas da a la hora de enfrentarse a la ITV. Puede que nos guste o no, pero que es así no parece admitir más discusiones.

Llegados a este punto, recorrer los establecimientos dedicados a esta actividad creemos que nos viene bien a todos, entre otras razones porque en ellos y sus técnicos reside buena parte de nuestro futuro. Si tenemos en cuenta que el coche, usado o nuevo, se adquiere casi siempre desde una perspectiva de necesidad, porque escasos son los que dedican al paseo, elegir uno no es algo sencillo si se trata de un segunda mano. Si fuera de estreno solo se trataría de acudir al concesionario en donde se venda y punto. El usado tiene sus reglas y éstas inevitablemente pasan porque el que nos guste lo encontremos en buenas condiciones y a precio asequible, algo que no siempre concurre en la adquisición. Por eso es fundamental, primero, elegir a quién comprárselo y posteriormente comentarle el coche que buscamos, porque no duden ustedes que el vendedor se encargará de encontrarlo y en poco tiempo. A la hora de decidirse por el coche, fundamental será que antes nos hayamos informado de la seriedad del establecimiento, ya que, por la crisis o porque el negocio funciona, de un tiempo a esta parte encontramos locales con algunos coches a la venta en donde hace una semana se vendía chucherías.

El coche de segunda mano, como el nuevo, demanda un buen vendedor, capaz de asesorarnos de la conveniencia o no del automóvil que nos gusta, de su kilometraje, de quién ha sido su anterior propietario, de su estado general… Y, una vez el precio está decidido y el comprador lo conoce y acepta, la garantía, el servicio y la atención que le ofrece en caso de que presente problemas serios y otros detalles que también son importantes. Dicho todo esto, si nosotros les invitamos a huir de quienes nos venden los coches que tiene aparcados en calles o avenidas, en parques o aparcamientos al aire libre, no parece que exageremos. Al contrario, nos quedamos cortos. Siendo conscientes de que el que adquiere un coche usado lo hace porque anda escaso de dinero para invertir, que a nadie se le ocurra menospreciarlo como comprador. De hecho, tiene los mismos derechos que el que adquiere uno de estreno, incluso la garantía, que puede ser completa si lo deciden comprador y vendedor.


Dicho todo esto, conviene que nadie se pierda en el camino de ida y en el de vuelta. Alrededor del coche usado nunca faltan los que gustan de ganar dinero y pocos clientes, y de éstos debemos huir cuanto antes. Ponerse en contacto con los establecimientos especializados en este mercado es la mejor decisión que podemos tomar, independientemente de que luego nos gusten o no los vehículos que nos ofrezcan, aunque esto también ocurre en el mercado de vehículos nuevos.