lunes, 9 de marzo de 2015

CUARTA EDICIÓN DE ANDÚJAR FLAMENCA: OTRO ÉXITO

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Dos días y tres pases o sesiones, viernes tarde y sábado mañana y tarde, ha necesitado Andújar Flamenca, que ha alcanzado este año la cuarta edición, para mostrar a los asistentes y a quienes lo han seguido a través de la radio y la televisión, el mundo del traje flamenco, el único traje regional que es capaz de renovarse año tras año sin parecerse a sus predecesores. Si tenemos en cuenta que en nuestra ciudad no somos dados a la continuidad, a mantener eventos de importancia, el que Andújar Flamenca haya llegado tan lejos por su propio esfuerzo y casi sin ayuda es un triunfo. Y no crean, porque cuesta y no saben cuánto. La organización debía premiarse a sí misma por su ímpetu, decisión, sacrificio y conocer el oficio de organizar. Son cientos las personas que participan en los diferentes niveles de implicación que demanda cada edición y todas y todos desarrollan su trabajo con una profesionalidad envidiable. Nosotros dejamos constancia de este hecho diferenciador y públicamente les damos la enhorabuena y nuestro sincero agradecimiento por una tarea que, si tuviera que remunerarse, su costo acabaría siendo una cortapisa que lo haría inviable.

El Ayuntamiento como responsable directo del trabajo de campo y la intendencia, que además se ve obligado a cambiar direcciones, eliminar aparcamientos, acotar espacios, abrir de par en par sus puertas para dar cabida a las necesidades del certamen, ubicar a mil personas en la plaza de España y, sobre todo, el esfuerzo de los operarios municipales dependientes de la organización y sus necesidades. Por supuesto, proyectar hacia dentro y fuera el encuentro e invitar a quienes decidan acudir a presenciarlo en directo que lo hagan convencidos de que vale la pena. La Cámara de Comercio e Industria y el Centro Comercial Abierto, porque están implicados en la totalidad del desarrollo del encuentro de moda y porque, de hecho, se fraguó y se apoyó desde la primera idea hasta hoy, y ya sueña con la edición del año próximo. A la dirección de Andújar Flamenca, porque lucha incansable a lo largo de todo el año por obtener el mayor rendimiento y presentarlo a los asistentes en un formato muy dinámico y de gran contenido estético. Sus conocimientos del medio, sus indudables valores personales y su gran capacidad para absorber unos momentos de gran intensidad y tensión, hacen que nos rindamos sin remisión ante quienes tanto hacen porque este tiempo de moda haya alcanzado un nivel tan notable. El entramado empresarial de nuestra ciudad, siempre presto al esfuerzo y decidido apoyo cuando la celebración lo merece, expresando su interés por la muestra ocupando los stand que la organización había previsto para que tuvieran la oportunidad de exponer sus fabricados y de esta forma engrandecer más si cabe la convocatoria. Finalmente, Andújar, que es quien acogió en su día la Andújar Flamenca que ahora disfrutamos y la que la mantiene tan fresca como el primer día. Su saber estar, sus generosos aplausos y abrir sus brazos a quienes vienen a visitarnos, no solo la distinguen, sino que nos sirven como excepcional tarjeta de presentación en un fin de semana de tanta trascendencia social y económica.


Como en todo lo importante, la situación deja de tener protagonismo en el momento en el que se echa el cierre y todo queda en calma y silencio. La plaza de España y sus alrededores muestran solo algunos vestigios de uno de los encuentros de moda flamenca más importantes del Sur de España. A partir de ahora, el reto es la V edición, a la que habrá que dedicarle más interés y generar nuevos objetivos desde los que conseguir que desde fuera, desde los habituales y tópicos círculos en los que se desenvuelve este importante mercado, se nos tenga en cuenta incorporándonos a las ciudades en donde se ama lo nuestro, y recordemos que el traje flamenco, la moda en la que se sustenta y el ramalazo cultural que nos regala a quienes observamos este fenómeno social, forma parte intrínseca de aquello que amamos. Gracias a todas y todos los que han hecho posible que Andújar haya vivido un fin de semana que retendremos en la memoria por mucho tiempo, al menos hasta que se nos invite a la próxima.