La
meteorología, ciertamente que como todos los años, se presenta una
vez más con ganas de incorporarse en el ánimo de quienes llevan
meses terminando las tareas encomendadas por ellos mismos y que no
tienen otra finalidad que no sea el engrandecimiento de lo que
comparten con otras muchas personas y que, de hecho, es en la
práctica casi su único objetivo. Les hablamos de las hermandades y
cofradías de pasión, que observan con interés y preocupación, no
ya al cielo, que era lo habitual hace años y del que recibían una
información casi siempre vaga y desde luego que muy poco fiable,
sino la información real y casi inmediata que les llega a través de
las redes sociales. Prevista está la lluvia para este martes,
miércoles y jueves, además de una bajada de temperatura bastante
acusada. A partir de ese momento, lo que Dios quiera. Por lo tanto,
si afirmamos que todo queda en el aire, que los días de sol y buenas
temperaturas que hemos disfrutado puede que acaben pasándonos
factura, que nadie nos llame agoreros. No es nuestra intención. Sí,
por el contrario, deseamos de todo corazón que la meteorología nos
sea leve en las dos fiestas que desde Andújar convocamos anualmente:
Semana Santa y Romería.
Solidarizarnos
con estos dos colectivos, aunque finalmente en el desarrollo de ambos
acontecimientos religiosos acaben siendo los mismos, es lo menos que
se nos ocurre teniendo en cuenta el ímprobo esfuerzo que realizan a
lo largo de todo el año. Así, que la inestabilidad meteorológica a
unos días de la primera cita haya alcanzado tal nivel de
protagonismo, que la traigamos a nuestra reflexión diaria es lo
menos que podemos hacer, aunque dejando claro, repetimos, que nuestra
intención no es ni de lejos estropear una cita tan importante y tan
compartida. Sepan que nuestra Semana Santa se ha convertido en una
cita obligada para quienes buscan entornos, recorridos e imaginería
claramente diferenciadas del resto de la oferta, y que nuestro papel
pasa inevitablemente por presumir de ella allí donde tengamos la
oportunidad de hacerlo, invitando a que vengan a disfrutarla, a
vivirla compartida y a que comprueben por sí mismos el gran esfuerzo
que han efectuado las personas que han dedicado y dedican parte de su
tiempo, y les podemos asegurar que es mucho, a sacar adelante lo que
debemos calificar como algo más que un sueño.
Andújar
tendrá la oportunidad también este año de ponerse a prueba a sí
misma cuando de vivir y compartir los diferentes procesionamientos
que realizarán por sus calles se trate. Y volverá a mostrar lo
mejor de sí misma y ante los demás, a las personas que vendrán a
compartirla con nosotros, que estamos convencidos lo hará
masivamente y que se llevará una imagen de ciudad capaz de arropar
sus tradiciones y apoyar su continuidad como pocas. Lo queramos o no,
en dos semanas volveremos a ser protagonistas gracias al trabajo de
los nuestros, por su dedicación y saber hacer, por la inmensa
devoción y respeto que sienten por lo que es suyo. Por todo esto,
todo lo que pongamos de nuestra parte será poco para parangonarnos
aunque sea un poco con ellas y ellos. En días tan importantes para
revivir una tradición de siglos, además de apoyar el trabajo de los
demás, es fundamental conseguir la imagen de unidad y respeto que
merece.