martes, 24 de marzo de 2015

LAS PRÓXIMAS, EL 24 DE MAYO

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Como ocurre al día siguiente de todas las citas electorales, a cada uno se nos ocurre analizar los resultados de acuerdo con criterios claramente diferentes y no exentos de intereses ideológicos. Precisamente por esto en esta ocasión no íbamos a cambiar nuestra interesada forma de interpretar los resultados y, vayas donde vayas, hables con quien hables, te plantees un cambio de impresiones con quien sea, cada cual te dirá cómo entiende la suma total de votos y te dará su particular percepción del resultado de la suma de éstos. Y si el resultado autonómico ha levantado polvorera luego de tanta acumulación de casos complicados, con los ERES de por medio y los cursos de formación para apuntalar el desastre, no les digo nada sobre cómo ha caído entre la ciudadanía el recuento y resultado en nuestra ciudad. En realidad, toda la provincia ha respondido a la llamada del PSOE de manera que hasta resulta llamativo si no digno de estudiarse en algunas aulas universitarias, pero entre nosotros, a falta de la suma de votos de quienes no son citados nada más que a las municipales, que hasta la fecha han dado la vuelta a todos los resultados conocidos y no sabemos si por conocer, la verdad es que los votos que separan a los socialistas de los populares cuando menos son llamativos. Con respecto a las conclusiones a las que hayan llegado los verdaderos protagonistas es algo que desconocemos y de hecho casi ni nos interesan, puesto que se trata de una discusión o estudio interno y poner los pies en donde no nos llaman no va con nosotros.

Suponemos, eso sí, que situaciones tan concretas en las que las cosas no te han salido bien o al menos no como esperabas, es evidente que no siempre aceptas de buena gana y te animas a seguir como si no hubiera pasado nada, y los más consecuentes saben que lo de menos son las veces que te caigas y sí las que te levantes y sigas tu camino. En política la importancia de unas votaciones, los reveses momentáneos que se cruzan en el camino y el trabajo que desarrollas casi nunca tienen conexión, aunque tenemos que aceptar que cada vez cuesta más que llueva a gusto de la mayoría. Y si a todo esto unimos la crisis y las penurias económicas que padece una gran mayoría de la población, en cuanto llegue un listo con ganas de llevarse por delante a todo el que se mueva, no va a tener problema en erigirse en líder de no sabemos bien qué tipo de votantes, pero desde luego que muy en sintonía con su mensaje y con las previsiones que tomará en cuanto llegue al poder.

Las elecciones del domingo, a todo esto, han avisado con fuerza a todos los citados a las elecciones del 24 de mayo sobre qué decisión tomar y no dejarlo para última hora, que ya sabemos lo que deviene con las prisas de por medio. Los que tienen el trabajo a medio terminar, eso que llevan adelantado; los que siempre han basado sus obligaciones en el voto asegurado, pues eso, que no se fíen, que en esto de los votos tampoco faltan los infieles y los que cambian sus intenciones incluso con el voto y el regalo en el bolsillo. En cuanto a los que han sufrido un durísimo revés, nada de venirse abajo, que las municipales tienen poco que ver con las autonómicas y las generales, que para eso la gente que te va a votar te conoce y sabe de tus intenciones y trabajo desde siempre. Naturalmente, habrán de echarle algo más de carne al asador y, si es posible, más imaginación, porque el voto se está poniendo a un precio que no todos los partidos, y menos los candidatos, disponen de él para invertirlo en algo tan abstracto como es la política.