Ayer
tuvimos la oportunidad de conocer a las personas y sus planteamientos
políticos del círculo Podemos en nuestra ciudad. Fue con motivo de
un encuentro con los medios de comunicación locales programado por
esta formación con el objetivo, nos dijeron, de agradecer a todos
sus votantes la deferencia que han tenido para con ellos, darse a
conocer a la ciudadanía y de manera especial entrar en detalles
sobre sus posibilidades luego del resultado obtenido en Andalucía,
que por el momento les ha permitido conseguir que Podemos esté
representado en el parlamento andaluz por quince compañeros y
compañeras. De acuerdo con sus opiniones, esta situación, nueva
para ellos, les permitirá a corto plazo plantear ante el gobierno de
la Junta y el resto de partidos representados en ese foro lo que para
ellos deben ser decisiones políticas de urgencia a adoptar de manera
inmediata. Se trata de evitar el hambre que padecen muchos de
nuestros paisanos, especialmente los niños; de erradicar que muchos
andaluces no puedan calentarse en sus casas ni disfrutar de luz
eléctrica, y, por supuesto, no más desahucios.
Desde
nuestro punto de vista, sabedores de cómo funcionan los mecanismos
que mueven el Estado y a quienes gestionan nuestro día a día,
enseguida supimos que esta organización trabajaría sobre la utopía
al menos durante un tiempo. Grecia, que es un país de referencia en
estos momentos en toda Europa por su situación económica, está
gobernado por un partido político de corte parecido a Podemos en
nuestro país y, si tenemos que mirar hacia el primero en busca de
ejemplos a seguir, es evidente que las cosas no les van como en un
principio deseaban. Y todo porque la legitimidad de un discurso ante
una ciudadanía ansiosa de justicia y necesitada de que la clase
política les tenga en cuenta incluso para asuntos menores porque
menores son sus necesidades, está obligado a recorrer un largo
camino hasta que se materializa y puede poner en marcha lo que se
plantea. Al hilo de esta situación real e insalvable, al menos por
el momento, los representantes de Podemos en Andújar han repasado
las mismas demandas que hemos escuchado a lo largo de la campaña
desde un planteamiento más irreal de lo que ellos mismos se
esperaban, teniendo en cuenta que en el Parlamento no tendrán otra
oportunidad que no sea la de quejarse públicamente de la situación
en la que viven muchos de los nuestros, y poco más.
Así
las cosas, de acuerdo con las opiniones expresadas por diferentes
analistas políticos antes y después de las elecciones, no parece
que esta agrupación política prospere de manera inmediata e
imparable precisamente por este detalle: porque no tienen poder
alguno para tomar decisiones ni tampoco de imponerlas que les
sirviera para ganar adeptos a sus políticas en las próximas citas
electorales. Y se entiende si tenemos en cuenta que los partidos
políticos sobreviven y se multiplican de acuerdo con el protagonismo
social que adquieren a lo largo de las legislaturas, situación que
viene a ser determinante cuando de pedir el voto se trata. En el caso
de sus representantes en Andújar, destacar que, aunque en la misma
línea, son conscientes de que les queda mucho camino por recorrer y
no menos esfuerzo que aplicar. Se reafirman en que no han querido
entrar en las municipales por la falta de infraestructura que
padecen, entre otras cosas porque no quieren que a su formación se
incorporen personas que como objetivo único tengan el de
beneficiarse del cargo. Exigen, por lo tanto, de los que quieran
incorporarse que muestren un expediente personal inmaculado, alejado
de conveniencias políticas, que estén formados en alguna disciplina
y exentos vicios ocultos. En realidad, tampoco piden tanto; con todo,
ahora hay que encontrarlos.