viernes, 20 de marzo de 2015

QUE TENGAN EN CUENTA AL COLECTIVO DE CONDUCTORES

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Mañana podremos descansar de la vorágine electoral que hemos vivido estos días y que volverá a plantearse cuando, convocadas las elecciones municipales para el 24 de mayo, vuelvan los tiempos de mítines. Mientras, a descansar, que ganado lo tenemos. Por la parte que nos toca, si tienen oportunidad estos días de conocer cuáles serán los objetivos concretos de los partidos en liza en un apartado tan importante como es el de las carreteras de nuestra provincia, que, les recordamos, no están precisamente para superar ningún tests o prueba de fiabilidad, es probable que les sea útil para depositar su voto allí donde se nos haya tenido en cuenta cuando de invertir en mejorarlas se trate. Sepan que nosotros hemos puesto verdadero interés en este detalle y que hemos escuchado con mucha atención los diferentes discursos que hasta aquí nos han traído los diferentes líderes y, por el momento, a ninguno hemos tenido oportunidad de oírles solidarizarse con el colectivo de los conductores. Y eso que somos muy importantes para las cuentas del Estado y de la Junta porque a sus respectivos tesoros aportamos cantidades inmensas de dinero. Y lo hacemos a diario y sin rechistar, convencidos de que quejarse no sirve de nada y, encima, te suben los niveles de azúcar en sangre y no menos la tensión arterial..

Nos obligan a circular por vías de comunicación en estado deplorable, peligrosas desde el asfaltado a la señalización, auténticas ratoneras para quienes andan confiados o que desconocen el trazado, y, por tanto, causantes directas de la alta accidentalidad que registran concretamente las carreteras secundarias, de las que nosotros tenemos buenos ejemplos. Y tampoco nos faltan autovías abiertas al tráfico, como la A-4 y la A-44, que no merecen esta denominación por su pésimo estado y la alta densidad de tráfico que soportan. Dicho esto, abogamos directamente por un acuerdo entre Estado y Junta que permitiera a cada Administración responsabilizarse de los tramos que le competen y acometerieran con carácter de urgencia todos ellos. Primero, se generarían cientos de puestos de trabajo, que buena falta hacen; segundo, se evitarían un alto porcentaje de accidentes que se sabe tienen su origen en el mal estado de la vía.


Naturalmente, somos conscientes de que se trata de algo inviable, de un asunto que no tiene la prioridad que en realidad demanda, pero al menos nos queda la satisfacción de poderlo reclamar en nombre de todas y de todos. Entre otras cosas, señores políticos, porque estamos hartos de invertir en la recuperación de nuestro coche, que se nos avería constantemente y que, como resulta que esto no les ocurre a ustedes pues seguro que lo desconocen, ni tenemos dinero para renovarlo ni coche oficial que nos lleve y nos traiga. Esa es la diferencia; diríamos mejor la gran diferencia.