miércoles, 29 de abril de 2015

LA IMPORTANCIA DE LAS CARRETAS EN NUESTRA ROMERÍA

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El hecho de que coincida el final de nuestra romería con un fin de semana especialmente corto, por la celebración del primero de mayo, permite que sea más corta de lo habitual, laboralmente hablando, claro, porque los días son lo que son y todas las semanas son iguales, a no ser, como ocurre con esta, que en medio aparezca una jornada festiva y nos permita descansar un poco más. Sea como sea, en nuestro particular caso está claro que nos va a venir de perilla esto de disfrutar de un fin de semana con un viernes de fiesta. Entre otras cosas, porque tendremos la oportunidad de volvernos a juntar con los amigos y compañeros de carreta y acabar con las viandas que nos hayan quedado en los frigoríficos luego de las pantagruélicas comilonas que hemos hecho en el camino y en el cerro, que para eso ya están pagadas y ahora quizá hasta sienten mejor. De otra parte, naturalmente que los diálogos estarán ligados a lo vivido a lo largo de la semana, especialmente si entramos de lleno en el desarrollo de la romería, que para desgranarla siempre tenemos tiempo y ganas.

Será entonces cuando lleguemos a conclusiones comparativas que servirán para mejorar nuestros comportamientos, nuestra participación en todo lo programado y también en detalles propios de las peñas, y que van desde los alimentos adquiridos hasta el descanso y la importancia que respetar los horarios que se hayan previsto para ello, porque una de las quejas más compartidas entre los carreteros es precisamente que no se puede descansar, no que no se descansa, que esa es otra manera de ver las cosas, y sí que los cuerpos demandan algo de paz y sosiego y que es en la práctica imposible. Claro que, como dice el refrán, sarna con gusto no pica, y está claro que entre este colectivo los acontecimientos y el disfrute del fin de semana en el cerro no tiene nada que ver con el resto del mundo. Ellas y ellos ha vuelto a dar, no obstante, una gran lección a quienes los observan con preocupación a lo largo del recorrido, en su estancia en Lugar Nuevo y su posterior caminata hasta los pies del santuario. Y todo porque han sabido estar entre un maremágnum de variadas complicaciones, hacer las cosas como prometieron y vivir con una intensidad difícilmente comparable la romería de nuestra patrona. Para la organización ha sido relativamente fácil llevar y traer a las carretas y sus integrantes gracias, sobre todo, a la complicidad que han conseguido entre ellos a lo largo de los años y que actualmente les permite salir airosos.

Por todo esto, este año no queríamos dejar pasar la oportunidad de agradecerles su participación, el incondicional apoyo que hacen en todas las decisiones que toma la directiva y muy especialmente el añadido de alegría, color y pasión que protagonizan a lo largo de estos días y que proyecta una imagen de la ciudad que entendemos no ha sido valorada como realmente merece. Sin embargo, hoy son imprescindibles en una convocatoria mariana de tanta envergadura e importancia, y estamos perdiendo el tiempo si no atendemos sus demandas con la urgencia que merecen. Cierto que cada año las infraestructuras en los alrededores de la basílica-santuario mejoran en general y también en particular cuando de las carretas se trata, pero se debe ir más lejos y añadirle imaginación para interpretar en su justa medida el gran papel que protagonizan estos actores tan particulares y tan importantes en el contexto romero. Desde nuestra atalaya diaria, gracias y enhorabuena.