martes, 14 de abril de 2015

LOS GRANDES RETOS INFORMATIVOS Y LA POLÍTICA

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Este fin de semana, como inicio oficial de la campaña de las municipales de mayo, todos los partidos políticos parece que se han puesto de acuerdo organizando todo tipo de encuentros con sus militantes para suponemos que adoctrinarles y arengarles sobre la importancia que tiene una actitud valiente, confiada en sus propias posibilidades y convencidos de que la mayoría de los ayuntamientos y autonomías españolas acabarán cayendo en sus manos. O sea, lo que sabían desde el principio. Sin embargo, aunque es evidente que se trata finalmente de que los líderes se den un baño de masas y su ego se mantenga con ánimo victorioso hasta el día 25 de mayo, este tipo de encuentros de máximo nivel se mantienen y parece que como excepcionales manifestaciones de apoyo a los partidos. Y luego está lo que los medios de comunicación deduzcamos de ellos y publiquemos en las diferentes plataformas, desde la televisión a los periódicos, pasando por las redes sociales y las emisoras de radio. Es más, si tuvieran que invertir en publicidad para dar a conocer al gran público lo que ha acontecido en todos ellos, convencidos estamos de que se lo pensarían dos veces.

Por otra parte, como los organizadores son viejos jugadores en todas las ligas conocidas, no convocan sin más un apoyo masivo a sus líderes, sino que les añaden interesadamente supuestas crisis internas para que luego, además de que las primeras páginas del día siguiente se encarguen de darlas a conocer más o menos desmenuzadas, las tertulias que se desarrollan por cientos tengan puntos de referencia en cantidad y calidad suficientes como para llegar hasta el próximo fin de semana holgados y con algunos datos sin descifrar. Y es aquí, en las tertulias, no solo en donde muchos de los invitados consiguen paliar sus endebles economías, sino donde más se notan los intereses de la cadena en cuestión por magnificar al partido político de sus alegrías, cuando no el que lo sustenta económicamente. Es tal el interés que ponen los tertulianos en dejar constancia de sus opiniones, sobre todo si como decimos están relacionadas con quienes tienen acciones en sus consejos de administración, que incluso son capaces de llegar a las manos con tal de que su compañero de mesa no consiga el beneplácito de la audiencia. Por el momento, quienes más indefensos se muestran ante esta crítica, con diferencia, son aquellos que conocemos como emisoras de radio y televisión públicos, es decir, que dependen de los gobiernos autonómicos directamente.


En todos ellos, lo de los comisarios políticos y la censura están a la orden del día y ni siquiera los consejos de administración en los que se supone están representados todos los partidos políticos con presencia en sus respectivos parlamentos, tienen fuerza para cambiar esta tendencia. Sin embargo, aunque está más que demostrado que no sirven prácticamente para nada, que sus decisiones no se tienen en cuenta y que la mayoría de sus integrantes desconocen por completo el apasionante mundo del periodismo, ahí están, invirtiendo grandes sumas de dinero de sus presupuestos generales sin más objetivo que el de cumplir con lo que legalmente exigen sus estatutos. En los grandes asuntos, allí donde se somete a la población y se intenta adoctrinarla permanentemente, y cada vez con menos cautela y más desvergüenza, estos consejos audiovisuales se muestran incompetentes y confirman que están en ellos para lo que están, o sea, para cumplir estrictamente con la letra escrita en el reglamento. De lo que de verdad interesa en la calle, ni entienden ni quieren, no sea que pierdan el chollo que representa empleo tan llevadero y tan bien pagado.