miércoles, 6 de mayo de 2015

EL GOBIERNO APORTÓ MÁS DE CINCUENTA Y UN MIL MILLONES DE EUROS A LA BANCA ESPAÑOLA

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De acuerdo con los datos del Banco de España, el Estado, a lo largo de la crisis, ha puesto más de cincuenta y un mil millones de euros a disposición de los bancos necesitados de efectivo o liquidez. También viendo las conclusiones a las que ha llegado el Banco Central español, por ahora solo ha recuperado dos mil seiscientos sesenta y seis millones de euros. El dato es por sí mismo impactante si tenemos en cuenta que paralelamente se ha ido cayendo medio país y la banca nacional ha sido la gran beneficiada del dinero del Estado. Lo peor de todos estos datos es que, según los organismos encargados de controlar estas cuentas, aunque a falta de contabilizar más datos que unir a los conocidos, que las intenciones del Estado son las de recuperar de todo este dinero casi un treinta por ciento. El resto, perdido para siempre.


Las cifras asustan y nos desestabilizan, acostumbrados como estamos al sueldo de fin de mes y cuando se puede cobrar, porque los problemas económicos de las pequeñas y medianas empresas siguen siendo los mismos de estos últimos años, es decir, absoluta falta de liquidez para atender sus necesidades más inmediatas, como serían las nóminas, los pagos a la Administración y a los proveedores. Por todo esto, porque las necesidades son muchas y las propuestas del Estado escasas y no siempre al alcance de la gran mayoría, perder de vista lo que los responsables de la banca y las cajas de ahorro han hecho a lo largo de los años con sus respectivas reservas duele tanto. Y más conforme vamos conociendo cómo se ha ido desarrollando su particular crisis, en la que han intervenido exclusivamente para saquear todo el dinero que les ha sido posible y parece que con el beneplácito o consentimiento del Gobierno de turno, que cuando quiso echar mano a la debacle anunciada no tuvo tiempo nada más que para tirar de las reservas y acudir en su ayuda aportando todo el dinero que le fue posible.

¿Y qué les ha ocurrido a estos desalmados ladrones de sus propios bancos? Si decimos que nada quizá exageremos, pero en realidad casi, porque es ahora cuando por fin un juez de la Audiencia Nacional ha decidido aclarar el tema y ha imputado a unos cuantos de estos canallas de traje hecho a medida. Ahora, cuando han transcurrido dos o tres años de su actuación y han tenido tiempo de eliminar pruebas con total impunidad; ahora, cuando el dinero lo deben haber colocado en paraísos fiscales y no será posible traerlo a España; ahora, cuando vemos que los señores Blesa y Rato siguen disfrutando de libertad a tiempo completo mientras a los que esquilmaron y arruinaron para toda la vida siguen en la calle voceando su desgracia en busca de la justicia que les corresponde por derecho. En la calle, mientras a alguien no se le ocurra darnos una explicación convincente, seguimos a la espera de que se haga justicia y que el dinero que ha costado la crisis sea reintegrado por completo a las arcas de donde fueron obtenidos fraudulentamente.

Mientras la ciudadanía no perciba intención de nuestros gobernantes por meter en la cárcel a tanto chorizo, difícil tendrán su futuro. Y es que los inmensos robos que han protagonizado estas personas debían llevarlos directamente a prisión, sin atenuantes y sin remisión. Si acaso, y como mucho, solo saldrían si devolvieran la totalidad de lo esquilmado. De no ser así, lo dicho: a pudrirse en la cárcel. Por eso los partidos que anuncian que actuarán desde esta perspectiva, los que aseguran que recuperarán la mayor parte de lo evadido y por ahora perdido, tienen más recorrido entre la ciudadanía y cuentan con más apoyo que los convencionales. O sea, que cada uno recibe el premio al esfuerzo que hace.