Nosotros
los hemos calificado como de impresentables, mentirosos y mezquinos
cuando no han cuidado ni la forma ni el fondo y nos han espetado en
plena cara que el país va bien, que las mejoras sociales son
evidentes y que cada día son menos los españoles que tienen
problemas para salir adelante. Los
resultados publicados corresponden a la Encuesta de Condiciones de
Vida elaborada por el INE a partir de los datos de 2013, año en el
que tuvo lugar el fin de la recesión económica en España. Y
es que, si tenemos en cuenta los ingresos de 2013, el informe que
hemos conocido estos días advierte de que la tasa de pobreza se
sitúa actualmente en el 22,2 % frente al 20,4 registrado el año
anterior. Es decir, sumando y restando vemos que uno de cada cinco
españoles vive por debajo del umbral de la pobreza. La
encuesta-informe nos dice también que a lo largo del año pasado,
los ingresos medios anuales se colocaron en poco más de veintiséis
mil euros y que las puertas del riesgo de pobreza se sitúan en casi
ocho mil euros. Si se trata de familias de cuatro miembros, el límite
es de poco más de dieciséis mil. Así las cosas, eso de que vengan
a decirnos que la salida del túnel cada vez está más cerca y el
resto de sandeces que tenemos que escuchar, especialmente en tiempos
electorales, lo que hacen es confirmar que el camino elegido o no lo
estamos recorriendo bien o sencillamente no saben lo que tienen entre
manos.
Por
otro lado, atención porque los datos son demoledores cuando el
informe se ciñe a los menores de dieciséis años, que es
precisamente en donde nos encontramos el más alto nivel de pobreza,
situándose en casi un treinta por ciento y representa un aumento de
casi tres puntos y medio. La que menos padece esta amarga situación
lo encontramos en la población que supera los sesenta y cinco años,
en la que se observa una disminución de casi un punto y medio. De
entre los testimonios de los encuestados, destacar que el dieciséis
por ciento llega con mucha dificultad a fin de mes, el cuarenta y dos
por ciento sencillamente no tiene capacidad alguna para afrontar
gastos imprevistos y el cuarenta y cinco por ciento de los hogares
tienen retrasos en los pagos cuando de abonar gastos relacionados con
la vivienda principal se tratan.
Entendemos que la situación no sea todo lo boyante que nos gustaría, que no tenga visos de que vaya a cambiar de estrategia de la noche a la mañana y desde luego que lo de la recuperación sigue siendo una quimera por el momento inalcanzable. Mientras, la clase política que nos dirige solo se ha inventado las fórmulas desde las que intentar convencernos de que todo va a mejor, de que no tardaremos en volver a los tiempos en que todo iba bien, pero de realismo, veracidad, datos contrastados más bien nada. Lo que nadie sabe, ni siquiera los analistas más reputados y puestos al día, es si la fórmula elegida les seguirá siendo útil por algún tiempo, porque lo evidente es que hoy nadie se cree lo que nos cuentan, y no porque lo sepan de oídas, sino porque son ellas y ellos los que sufren en sus propias carnes la ausencia total de salidas laborales. Ya lo han visto ustedes: la pobreza ha aumentado de forma notable en España. Sin embargo, el Gobierno no tardará en menospreciar, cuestionar y por supuesto no estar de acuerdo con el informe en ninguno de sus puntos. Ya lo verán.