viernes, 8 de mayo de 2015

TIEMPO DE DESCANSO PARA CONDUCTORES Y VEHÍCULOS

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A partir de ahora, a no ser que se trate de una fiesta local o comunidad autónoma, lo de los puentes y fiestas a compartir sencillamente han desaparecido del calendario laboral. Tampoco encontraremos citas de la importancia del pasado fin de semana, cuando miles de motos y moteros se dieron cita en Jerez para vivir de cerca el gran premio de España. Es decir, que hemos alcanzado un punto en el que sacar el coche del garaje se hace más pesado y desde luego que más difícil de justificar. De si esta compartida decisión servirá para reducir la siniestralidad es algo que no alcanzamos a valorar, pero es evidente que, si las vías de comunicación son menos transitadas, a menos vehículos menos posibilidades de sufrir un contratiempo. Sin ir muy lejos, el puente del 1 de mayo dejó en las carreteras nada menos que trece muertos y nueve heridos en los trece accidentes de tráfico registrados. Cuatro de los fallecidos eran motoristas y otros dos ciclistas. El día de mayor siniestralidad fue del sábado, con seis accidentes, en los que fallecieron seis personas y nueve quedaron con heridas de diversa consideración, mientras que el viernes fueron cuatro los percances mortales, en los que cuatro personas perdieron la vida. De estos accidentes, seis lo fueron por salidas de la vía, dos colisiones, tres atropellos a peatones y dos atropellos a ciclistas. Finalmente, como dato aclarativo, sepan que ocho de ellos se produjeron en carreteras convencionales, uno en autopista, tres en autovías y otro en un camino vecinal.

Por otra parte, y parece que se trata de un interesado planteamiento firmado por la Dirección General de Tráfico y que tiene como objetivo echar una mano a los fabricantes de vehículos y al mismo tiempo justificar la accidentalidad, se mantiene la idea de que un coche que ha cumplido más de diez años es un peligro añadido en la carretera. La directora general ha afirmado, que suponemos se habrá documentado antes, que estadísticamente, un vehículo de 10 a 15 años multiplica por cinco el riesgo de muerte. Y no solo eso: los coches antiguos contaminan un 95 % más. Naturalmente, los fabricantes confirman que, desde que empezó la crisis, los coches no han dejado de envejecer y han pasado de tener ocho años de media en 2008 a superar los once en la actualidad. De hecho, afirman, uno de cada cuatro tiene más de quince años. En cuanto a otra realidad más preocupante, la que confirma que los coches pasan menos revisiones, se nota en las estaciones técnicas de vehículos. Ni los descuentos de los fabricantes, ni los planes PIVE del Gobierno han conseguido que rejuvenezca la flota de vehículos, aunque está claro que sí han ayudado a la recuperación de un mercado que ha pasado por momentos realmente preocupantes.

Pero tenemos más, porque últimamente la señora Seguí ha decidido interpretar los datos de la accidentalidad y su entorno de forma y manera que la Dirección General que gestiona no sea la directamente responsable de la mayoría de los accidentes. Según su particular visión de los hechos, está claro que ante la mejora económica que vive nuestro país existe un aumento de la movilidad que lleva inherentemente asociado un aumento del riesgo de accidente y de que las consecuencias de ese accidente sean peores. Lo dijo luego de conocer los datos de siniestralidad en carretera durante el primer trimestre del año. Sin embargo, es la primera vez desde 2002 que se registra un aumento en el número de muertes al volante y los datos parecen diferir de la explicación dada por la directora general, ya que en 2015 ha vuelto a verse mermado el gasto en mantenimiento de carreteras y, por tanto, en seguridad. Si en 2008 fue de 1.154 millones de euros, en 2015 descendió a 935 millones. Pero de este importantísimo detalle ni sabe ni contesta. Así, entre la vejez de los vehículos, los despistes de los usuarios y la manifiesta salida de la crisis está el problema. O sea, lo de siempre.